Caótica Ana y Sófocles

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Viernes, 21 de septiembre de 2007, a las 11:42:03

Opinión

Caótica Ana y SófoclesCaótica Ana, es un poema de imagenes que representan la heterogeniedad de nuestro mundo en un corazón grande, en este caso el de Ana. Sin duda es el mejor homenaje que puede dedicar Julio Médem a su hermana muerta en un accidente de tráfico, en la película Ana no muere sino revive humanamente desde nuestra diversidad humana contra la injusticia y el poder. Parece que el director busca en nosotros, los espectadores, respuestas al caótico mundo que vive desde su perspectiva y el mundo que vivimos en la actualidad. Mediante la hipnosis logra enfocar un rayo de luz sobre nuestras conciencias con interogantes visuales llenos de simbolismos que nos hacen retroceder en nosotros mismos para abrir o cerrar puertas de la  historia. Caótica Ana es nuestro mundo, con todas sus heridas, desde la edad precolombina hasta nuestros dias.
En esta película el director nos ofrece a través del personaje de Ana, una joven que en apariencia puede ser cualquier chica, salvo que Ana en este caso acumula un tumulto de experiencias muy subjetivas y críticas a nuestro mundo, por lo que Ana encuentra un escape en la pintura naif, una pintura sencilla y superficial, en la que queda claro su temor a la profundidad (aparentemente en sus cuadros) y es allí donde el director nos quiere llevar para  encontrarnos pendientes del mañana sin mirar donde estan nuestras culpas del ayer y de hoy.

A través del personaje de Ana, la magia de la escenografia y la música de Jocelyn Pooke nos van llevando de la mano a revivir lo que se ha quedado detrás de una puerta abierta por la vitalidad de Ana en otras vidas de mujeres que han muerto trágicamente por la injusticia del hombre blanco en épocas remotas o  ha escalar las cimas más altas del Everest con la intrepidez de la mujer en su búsqueda por la igualdad de género. 

En estas andanzas por nuestro pasado, Ana, se enamora de Said un joven Saharaui que encuentra en su pintura el eslabón de su otra vida, la de otra mujer bereber muerta por la invasión Marroqui al Sahara Occidental, aqui se queda patente el compromiso de Julio Médem con el pueblo saharaui que representa su historia mediante escenografías llenas de simbolismos y metáforas que a mi modo de ver estan encasilladas en la tragedia de Sófocles en Edipo Rey, ya que en la otra vida Said era hijo de Ana como el Sahara Occidental era provincia cincuenta y tres del Estado Español que actualmente prefiere arrancarse los ojos para no ver más allá de Marruecos y la “marroquinidad” del Sahara Occidental, Canarias, Ceuta y Melilla.

Saleh Abdalahi Hamudi, Generación de la Amistad Saharaui

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