La autonomia marroqui viola el alto el fuego

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Domingo, 25 de marzo de 2007, a las 19:31:42

Nacional

La autonomia marroqui viola el alto el fuegoSegún Mohamed Sidati, "la autonomía marroquí no sólo es contraria al Derecho Internacional sino que también viola el alto el fuego"
Bruselas, 22/03/2007, (SPS) El Ministro Delegado para Europa, Mohamed Sidati, consideró el martes que "la autonomía marroquí no sólo es contraria al Derecho Internacional sino que también viola el alto el fuego", en sus palabras ante la Delegación del Parlamento Europeo para Relaciones con los Países del Magreb y la Unión del Magreb Árabe, que organizó una conferencia sobre el Sáhara Occidental en la sede del Parlamento.
"La pseudo solución propuesta por Marruecos significa no sólo una violación del consensus internacional consagrado por las resoluciones de la Asamblea General de la ONU y del Consejo de Seguridad, sino también una violación del alto el fuego que las dos partes – el reino de Marruecos y el Frente POLISARIO – aceptaron como elemento inseparable del proceso refrendario, que justificó el envío al Sáhara Occidental de la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental)", señaló ante los Eurodiputados, embajadores, personalidades y expertos en Derecho Internacional, de la Comisión Europea, así como miembros del Comité Belga de Apoyo al Pueblo Saharaui.

El ministro saharaui encabezaba la delegación del Frente Polisario que participó en esta conferencia, de la que el gran ausente fue la delegación marroquí, que optó por la política de la silla vacía.

Este es el texto completo de sus palabras:

Palabras de Mohamed Sidati, Ministro Delegado para Europa, ante la Delegación para Relaciones con los Países del Magreb y la Unión del Magreb Árabe

20.03.07

Nunca se dirá bastante que el conflicto del Sáhara Occidental es claramente un problema de descolonización, la solución justa y definitiva del cual depende del ejercicio por el pueblo saharaui de su derecho inalienable a la autodeterminación, a través de un referéndum libre y democrático.

Por otra parte, ese derecho está reconocido por la Carta y las resoluciones de la ONU. A este respecto la ONU, en cooperación con la Organización de la Unidad Africana (OUA), hoy Unión Africana, elaboraron en 1991 un plan de arreglo que fue aprobado por el Consejo de Seguridad (resolución 40/50) y aceptado por las dos partes en conflicto, el Reino de Marruecos y el Frente POLISARIO.

La Unión Europea apoyó igualmente el plan de paz (declaración de la Presidencia en junio 1999).

El Parlamento Europeo hizo lo mismo en la resolución de 16 de Marzo 2000. Los acuerdos de Houston, concluidos gracias a la mediación del Sr. James Baker en su calidad de enviado personal del Secretario General de la ONU, permitieron relanzar la puesta en aplicación del plan de paz : proclamación del alto el fuego, llegada de la MINURSO al Sáhara Occidental, operación de identificación a punto de ser culminada, antes de que Marruecos diera un frenazo brutal a todo el proceso iniciado. Se emprendieron nuevos esfuerzos por la ONU que permitieron desembocar en el « plan de paz para la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental », también llamado « Plan Baker ».

 Se trata de una laboriosa fórmula de compromiso que fue aprobada por el Consejo de Seguridad en su resolución 1495 (2003), aceptada por el Frente POLISARIO, que el Secretario General de la ONU calificó de solución política óptima. Marruecos tergiversó, antes de rechazarla con gran sorpresa general de la Comunidad Internacional.

Marruecos no sólo reniega de los compromisos internacionales que suscribió tanto en Nueva York como en Houston, sino lo que es aún más grave, desde ese instante va a dedicarse a sabotear el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y el camino que conduce al referéndum, el resultado del cual teme por encima de todo.

 De tal comportamiento de Marruecos se derivan consecuencias graves, ya que pretende fragilizar, incluso reducir los esfuerzos desplegados por la Comunidad Internacional, lo que ensombrece las perspectivas de una solución justa, pacífica y definitiva del conflicto.

Marruecos mantiene desde entonces una « guerra de desgaste », campaña tras campaña, para hacer admitir al pueblo saharaui y a la Comunidad Internacional su ocupación ilegal del territorio del Sáhara Occidental sobre el que el Tribunal Internacional de Justicia estableció claramente que no ejerce ninguna soberanía (TIJ Parecer Jurídico del 16 de Octubre 1975).

Esta verdad histórica y jurídica es corroborada por el Secretario General de la ONU en su informe al Consejo de Seguridad (S/2006/249), que recuerda que ningún Estado del mundo reconoce la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental. Dicho país tampoco es jurídicamente la potencia administradora (Opinión legal de 29 de enero 2002 de Hans Corell, Secretario General Adjunto de la ONU para Asuntos Jurídicos).

La presencia de Marruecos en el Sáhara Occidental ha sido definida como « una ocupación militar » (Resolución UNGA 3437). Dicho de otra forma, esta ocupación es contraria a la legalidad internacional, e infringe los principios y la Carta de la ONU.

Reafirmado por el Consejo de Seguridad y por la Asamblea General de la ONU en octubre y en diciembre de 2006, el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui sigue siendo más pertinente que nunca.

Varios países miembros de la Unión Europea han respaldado la posición de la ONU votando la Resolución de la Asamblea General que propone « una solución justa y definitiva mutuamente aceptable que prevea la autodeterminación ».

Es forzoso comprobar hoy que los esfuerzos de la Comunidad Internacional siguen tropezando con la intransigencia del Reino de Marruecos, y con su política de anexión por la fuerza del Sáhara Occidental.

Tras haber renegado de sus compromisos internacionales y rechazado el Plan Baker, Marruecos da otro paso más en su escalada, en su conspiración contra los derechos inalienables del pueblo saharaui, intentando hacer tabla rasa de todo lo que las Naciones Unidas han realizado hasta este día para la solución pacífica del conflicto del Sáhara Occidental.

Con un audaz golpe, ahora pretende esquivar la legalidad internacional, presentando su pseudo solución llamada « plan de autonomía ».

Se trata de una proposición unilateral, ilegal y peligrosa, con la cual Marruecos quiere arrancar una renuncia de la Comunidad Internacional al derecho fundamental del pueblo saharaui, y por lo tanto un reconocimiento de su hecho consumado en el Sáhara Occidental, sin satisfacer previamente las exigencias de la doctrina y de la práctica de las Naciones Unidas en materia de descolonización.

Denunciamos y rechazamos este proyecto que es incompatible con el Derecho Internacional, que pone en callejón sin salida las aspiraciones nacionales del pueblo saharaui, y viola la legalidad internacional. Desde el punto de vista del Derecho internacional, el Sáhara Occidental no forma parte de Marruecos, para que éste se arrogue el derecho de decidir en lugar del pueblo del lugar.

Sólo el pueblo de dicho territorio puede decidir sobre el estatuto definitivo del Sáhara Occidental a través de un referéndum libre y regular.

Por otra parte, ese proyecto marroquí es peligroso, ya que querer imponer una pseudo solución a un pueblo que se está resistiendo a la ocupación ilegal marroquí, es correr el riesgo de acrecentar la tensión y de crear una situación incontrolable que pondría en peligro la estabilidad del territorio y de la región, y reduciría las posibilidades de un arreglo justo y definitivo del conflicto.

No debe perderse de vista que la grotesca pseudo solución propuesta por Marruecos es portadora de grandes peligros. Significa no sólo un desafío del consenso internacional, respaldado por las Resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad, sino que significa igualmente una ruptura del alto el fuego que las dos partes – el Reino de Marruecos y el Frente POLISARIO – aceptaron como elemento inseparable del proceso refrendario, que justificó el envío al Sáhara Occidental de la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental).

Es decir que Marruecos juega con fuego, busca arrastrar al pueblo saharaui y a toda la región a una situación de tensión extrema, y corre unos riesgos que han sido evitados hasta ahora, para dar posibilidades a la búsqueda de una paz justa y duradera. La ocupación del Sáhara Occidental, la denegación de justicia hecha a su pueblo, se traduce sobre el terreno en una represión feroz contra la población civil.

 Cada día aporta su ración de sufrimiento y de duelo, de persecución, se suceden los juicios inicuos.

La misma semana pasada, más de 33 personas fueron heridas por las fuerzas de ocupación marroquí. Cuatro jóvenes fueron detenidos y torturados, 3 de ellos se encuentran en un grave estado.

Amnistía Internacional acaba de recordar las persecuciones de que son víctimas los defensores de los Derechos Humanos, como Brahim Sabbar y Ahmed Sbai.

La « Cárcel Negra » de siniestra memoria… Sólo en el año 2006, más de un millar de saharauis (de todas las edades y categorías sociales) conocieron la cárcel. La tortura se practica sistemáticamente contra los ciudadanos saharauis a los que se detiene por el solo motivo de reivindicar pacíficamente el respeto de sus derechos humanos y los de su pueblo.

Marruecos, para cubrir sus atentados y sus crímenes, ha acordonado el territorio al que impide el acceso de los observadores independientes y de la prensa. Por ejemplo el de la delegación ad hoc del Parlamento Europeo, a la que se le ha impedido hasta el día de hoy visitar los territorios ilegalmente ocupados, es la ilustración perfecta de esto… Lo que por otra parte constituye un insulto a esta institución de la Unión Europea, a los principios y a los valores fundadores de la misma.

Instituciones, organizaciones defensoras de los Derechos Humanos como Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Freedom House, Organización Mundial contra la Tortura, Reporteros sin Fronteras, han informado de las violaciones masivas de los Derechos Humanos perpetradas por Marruecos en el Sáhara Occidental.

En sus dos últimos informes, el Secretario General de la ONU no ha dejado de recordar su preocupación ante las graves violaciones de los Derechos Humanos cometidas por Marruecos en el Sáhara Occidental.

El Alto Comisariado de los Derechos Humanos, en su informe de misión (15/23 de Mayo y 19 de Junio 2006), da cuenta de la política de violación sistemática de los Derechos Humanos mantenida por Marruecos contra la población civil que vive bajo el yugo de su ocupación, antes de concluir : « como se ha afirmado en diferentes fora de las Naciones Unidas, el derecho a la autodeterminación del pueblo del Sáhara Occidental debe ser garantizado y aplicado sin retraso… como señala más arriba, la delegación concluyó que las violaciones de los Derechos Humanos, las preocupaciones hacia el pueblo del Sáhara Occidental… se derivan de la no aplicación de ese derecho humano fundamental ».

La doctrina de la ONU y sus resoluciones pertinentes respecto a los territorios no autónomos como el Sáhara Occidental que es objeto de un proceso de descolonización, es clara.

Afirma la soberanía de los pueblos coloniales sobre sus recursos naturales. El parecer legal elaborado el 29 de enero de 2002, por demanda del Consejo de Seguridad, por el Secretario General Adjunto Dr. Hans Corell, señala el carácter ilegal de la explotación de los recursos naturales del Sáhara Occidental. Es decir que el acuerdo de pesca firmado entre la Unión Europea y el Reino de Marruecos, tras largos debates, es ilegal ya que incluye las aguas marítimas del Sáhara Occidental, territorio cuyo estatuto definitivo aún no ha sido determinado.

Por ello el pueblo saharaui, gravemente lesionado, el Frente POLISARIO y el Gobierno saharaui, van a continuar solicitando que se revise este acuerdo, con el fin de que sus firmantes lo revisen y lo pongan de acuerdo con las normas y las reglas del Derecho Internacional.

La Unión Europea, que tiene responsabilidades particulares en ello, puede y debe contribuir a una solución justa, pacífica y definitiva del conflicto en el Sáhara Occidental. Puede actuar en esta tarea aportando un apoyo resuelto y efectivo a la ONU, a los esfuerzos que ésta despliega para acceder a una solución justa, que excluya el unilateralismo y el pisotear el Derecho.

La Unión Europea, en lugar de declaraciones suavizantes, debe afirmar con fuerza la primacía del corpus de las resoluciones de la ONU que se refieren el Sáhara Occidental. Esto significa exigir de Marruecos, de la que es el gran abastecedor financiero y económico, que respete el derecho inalienable del pueblo saharaui a la autodeterminación.

La Unión Europea, que en cuanto actor importante en la escena internacional, tiene la ambición de reforzar a la ONU como instrumento regulador de las relaciones internacionales, y en cuanto receptáculo de un mundo multipolar, debe respaldar esta solución basada en la autodeterminación y el respeto de la legalidad internacional.

¿Qué solución puede ser más justa, más legítima, más democrática, más aceptable que la que respete la voluntad del pueblo de ese territorio y que esté de acuerdo con las exigencias del Derecho Internacional y de las resoluciones pertinentes de las Naciones Unidas? El conflicto del Sáhara Occidental se desarrolla a las puertas de Europa, en un territorio situado en la región del Magreb que tan vecina y tan próxima a Europa es.

Sólo una solución justa y pacífica será capaz de traer la estabilidad, la seguridad a todos los pueblos de la región del Magreb sin exclusión.

Ello dará así toda su dimensión a las importantes relaciones de asociación y de cooperación que unen al Magreb y a Europa". (SPS)

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