Marruecos no cesa de cosechar fracasos en América Latina. El último tuvo lugar el pasado 14 de marzo en Brasil, donde Mohamed Benaissa, Ministro de Asuntos Exteriores alauita y enviado personal del rey Mohamed VI, trató en vano de convencer a Brasil de los beneficios de su “plan de autonomía” para el Sáhara Occidental. Benaissa, que se encuentra de gira por el continente americano con objeto de recabar apoyos para un proyecto cuyo contenido aun no ha sido hecho público, fue recibido en Brasilia por su homólogo brasileño, Celso Amorim, quien dejó clara la posición de su gobierno, que aboga por “una solución pacífica y duradera para el conflicto, basada en el principio de autodeterminación y en las resoluciones pertinentes de Naciones Unidas”. Antes de que Benaissa y su delegación diplomática viajasen a Chile con el mismo fin, Amorim le trasladó su “esperanza de que el diálogo y la cooperación entre las partes permitan superar las diferencias y alcanzar un acuerdo político mutuamente safisfactorio”, recoge la revista brasileña “Fator”.

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