Resulta que desde que estoy en este “fregao” no hago más que oír que no se le ha permitido la entrada en el Sahara Occidental a la delegación “X” ni a la delegación “Y”, ni a la “Z”. Que los pocos que han entrado son los de la ONU (Y gracias), que los que no son de la ONU y han entrado lo han hecho “d’estrangis” (Ver articulo de la Visita de Maria Villar y compañeros).

Pues resulta que después de todas esas visitas fallidas, va este “buen hombre” junto con un  político canario y entra en el Sahara, visita a activistas de DDHH, habla con todo el mundo y sale y “lo casca”.

A mi me perdonará el lector, pero esto huele mal. Más que oler mal, apesta.

En este país de “charanga y pandereta” nos pasamos de una punta a la otra en avión a reacción. No nos podemos fiar de nadie, ni del que hemos tenido al lado toda la vida, ni de quien defiende causas justas, ni de quien defiende los DDHH. De este último menos que de los otros, porque ya se ha hecho la foto al lado de Mohamed VI. Solo queda que la publique.

La primera vez que me traiciones la culpa será tuya. La segunda, la culpa será mía. A mi este pájaro no me traiciona una segunda vez. No tiene la más mínima credibilidad. Solo le queda una salida airosa/¿horosa?: la dimisión.