Nada indica que las pesadillas del Majzén vayan a acabar. Al contrario, Marruecos acaba de recibir una nueva bofetada en plena cara y quien se la da no es ni más ni menos que aquel que el gobierno mitómano de Rabat siempre calificó de aliado para ocultar su aislamiento y derrota en la batalla que Marruecos, ayudado por Francia, libra contra el pueblo saharaui.

Justo cuando el Enviado Personal del Secretario General de la ONU para el Sáhara Occidental, Christopher Ross, se dispone a realizar una nueva gira en la región prevista para finales de Febrero del 2014, la Casa Blanca invitó a un miembro del Frente Polisario al almuerzo anual ofrecido por el presidente americano a las personalidades políticas, económicas y militares y al cuerpo diplomático extranjero.

La lista de invitados es acordada conjuntamente por la Casa Blanca, el Congreso y el Departamento de Estado de los EE.UU. .

Esta invitación pone al descubierto la propaganda marroquí sobre el supuesto éxito de la visita del rey Mohammed VI a los Estados Unidos en noviembre de 2013.

Cabe recordar que en el mes de abril de 2013, la delegación de EE.UU. ante las Naciones Unidas presentó un proyecto de resolución para ampliar las competencias de la MINURSO a la supervisión de los derechos humanos en el Sáhara Occidental. En agosto del 2014 Washington abrigará la cumbre EEUU-África destinada a impulsar el partenariado entre los Estados Unidos de América y el continente africano. La mayoría de los países africanos defiende el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación.

Tal vez, este gesto de la Casa Blanca sea un mensaje subliminal destinado a los inquilinos del palacio de Mohamed VI para que embarquen en el velero de la legalidad internacional.