Asamblea General de Bubisher y Velada bubishera.

ASÍ FUE Y ASÍ OS LO CONTAMOS

Desde que nos reuniéramos por primera vez en el Patio Maravillas, allá por la primavera del 2009, todas las asambleas han tenido su propia seña de identidad. Y la de este año ha sido LA CONVIVENCIA.

Como a una gran jaima, fuimos llegando al Albergue `Villa Castora´ de Cercedilla los casi cincuenta participantes en este nuevo encuentro bubishero. Cada vez que la puerta se abría, se abrían los brazos, se multiplicaban los saludos, las presentaciones, las ganas de estar allí. Era la noche del viernes y olía a naturaleza y a amistad.

El sábado a las diez y media, con una puntualidad exquisita, estábamos todos sentados en un círculo cuadrado, con la brisa de la mañana despejando la noche y la voz de Ricardo dando la bienvenida a todos. Y empezamos a trabajar.

Importante y emotiva fue la presencia de los compañeros saharauis con los que, en un momento determinado, nos pusimos en contacto directo vía telefónica, para transmitirles a través de un aplauso cargado de fuerza y cariño, que estaban allí con nosotros y que, desde allí, les mandábamos nuestro apoyo y nuestros mejores deseos para que su trabajo siga siendo la viga maestra en la construcción de este proyecto.
Para entonces, ya todos ellos, uno por uno, habían sido presentados y se había hablado de sus respectivos trabajos, de sus inquietudes, de sus cualidades y de sus tareas futuras.

Los voluntarios, que a lo largo de todos estos años han llegado a los campamentos con la maleta cargada de sueños e ideas, fueron protagonistas también de una parte importante del tiempo, en el que los recuerdos ( una punzada de añoranza) y el futuro (una situación nueva en torno a los viajes a los campamentos a la que no podemos dar la espalda) generaron un importante debate sobre su perfil actual en torno a las necesidades reales del proyecto: Formación demandada por nuestros compañeros saharauis y apoyo eficaz a su trabajo.

Ana Julia, en representación de todo el equipo bibliotecario, transmitió con optimismo y claridad la situación de las bibliotecas y bibliobuses Bubisher, las necesidades actuales, tanto materiales como de formación, y la dinámica de trabajo, allí y aquí, que se establecerá para este curso que comienza.

También los socios ocuparon un lugar importante en la reunión, porque sin ellos, las necesidades económicas del proyecto, cuyo principal objetivo es cubrir los cerca de 13.000 euros de los sueldos de los trabajadores saharauis (conviene recordar aquí que nadie más en este proyecto cobra ni un euro) no podría realizarse. Por ello, es importante, y así se dijo en la reunión, que surjan nuevas iniciativas para que el número de socios, 85 en la actualidad, se multiplique.

Y llegó el momento del recuerdo y agradecimiento a todos y a cada uno de los colegios, instituciones, asociaciones, librerías y ayuntamientos que a lo largo del año han colaborado muy activamente y con ideas magníficas, en el sostenimiento económico y en la consecución de los objetivos del Bubisher. Las responsables de la comunicación con los colaboradores del proyecto, trabajarán este año para que dicha comunicación sea fluida y permanente.

`Ritos de Jaima´ abrió la ponencia en la que se asentaron las bases del Bubisher como sello editorial y de la edición de libros como fuente no solo de ingresos, sino de difusión de la cultura y de la presencia del pueblo saharaui.

El grupo de marketing transmitió sus inquietudes y sus planes de futuro, su reorganización y sus deseos de hacer partícipes a todos de sus proyectos, porque sin el apoyo de todos, las campañas que lanzan se quedarían vacías de contenido real.

Y se habló de la remodelación de la página Web, de nuestra presencia en las redes sociales, de su importancia en la difusión del proyecto y de la necesidad de trasmitir a través de las mismas la información sobre todo lo que acontece en el día a día del proyecto.

Paso a paso, llegó el momento de rendir cuentas de las cuentas. Y el tesorero las rindió sobradamente, repasando un documento que entregó a todos los presentes en el que se reflejan con total transparencia todos los ingresos y todos los gastos que ha habido a lo largo del año.

Y se hablo de ideas de futuro, de la posibilidad de renovaciones en la Junta Directiva de la Asociación, y se aclararon dudas y se unieron todas las miradas en una mirada común de futuro.

A eso de las ocho de la tarde, y antes de que Ricardo diera por cerrada la sesión, un nuevo socio presentó el borrador de un documento que recoge toda la historia del Bubisher y que requiere de la colaboración de todos para completarse.

Ni que decir tiene que, en todos los momentos, estuvieron presentes nuestros compañeros que por diferentes motivos, estuvieron ausentes. Pero estuvisteis. Con todos y en el corazón de todos.

20:30 horas del sábado 8 de septiembre: La reunión Bubisher 2012-2013, finaliza, con una sesión fotográfica de lo más divertida y con el deseo de llegar a una noche de música, cuentos y poesía, que os contaremos en otra crónica (a continuación), porque ha sido una de las novedades de la asamblea anual del Bubisher, que todos creemos que hay que repetir ya siempre.

No podemos terminar sin agradecer a Ricardo y a Ana Julia la magnífica organización de este encuentro. Y a todos los asistentes por su presencia, su alegría, sus aportaciones y su capacidad para mantenerse activos y expectantes durante casi nueve horas de reunión.

UNA PEQUEÑA VELADA PARA UNA GRAN HISTORIA

Patio Maravillas, Chaminade, Tabacalera, Playa de Vega, Villa Castora... Así se va tejiendo la historia del Bubisher, año por año, rindiendo cuentas, asombrándonos de lo que mejora el proyecto de curso en curso, poniéndonos siempre nuevas metas. Este año casi cincuenta bubisheros, con añoradas e inevitables ausencias, y una nueva forma de unirnos más: la velada.

En el fondo, todos somos un poco artistas, y la velada todavía podría prolongarse dos o tres noches. Esta vez, en la inauguración de lo que ya será una costumbre más de unión, fueron varios los que se animaron a mostrar una parte de su trabajo o de su afición. Y con una incorporación de auténtico lujo, el guitarrista Fernando Blanco, que ha afinado su guitarra al modo saharaui y ha interiorizado los cuatro palos de Le Haul, la música clásica hasánica. Su guitarra saharaui sirvió de fondo para que Carmen Lourdes fuera articulando de manera suave (como los tres tés con los que armó la noche) las apariciones. Primero sobre los poemas de Limam, que leyeron algunos de los presentes, como la sorprendente Giulia Maltese, traductora de Ritos de Jaima para una editorial italiana, y con la aportación visual de los dibujos de Irene que fueron pasando de mano en mano, cada uno como una ilustración del poema.

Una maravillosa sorpresa fue la voz de Geli, compañera de vida y de música de Ángel Oria, quienes tomaron el relevo de la guitarra de Fernando para cantarnos preciosas canciones. Y luego el tierno y enorme Raúl Vacas, que sorprende a todos siempre con la ductilidad de la poesía hacia el juego, siempre con una vuelta más de tuerca. Fernando, autor de un texto bello y vigoroso; Manolo y su inolvidable relato de las aventuras húmedas y semisólidas de una linterna y un pie desnudo en la noche de los campamentos, Jorge, que no ocultó su dulce acento porteño para leernos su poema de arena y recuerdos.

Susy Alvarado, que tuvo la suerte de nacer en El Aaiun, y vive en Canarias siempre con el Sáhara en el corazón, autora de libros imprescindibles, nos leyó sus poemas, como luego Limam, como Zahra Hasnaui. Lástima que Zahra sea tan humilde, porque todos nos quedamos con ganas de más, de muchísimo más, porque si sus poemas son bellos, la garra con la que los recita es siempre impresionante. La próxima vez será, pero anotemos ese compromiso subrayado. Y Bahía, que nos habló de la más auténtica tradición de la poesía saharaui en hasanía, y Conchi, siempre llevando la idea hacia delante con la ayuda de su voz y de su ordenador.

Y, por fin, (por esta vez), Sofía Aláinez, la cuentacuentos más increíble, con un estilo único de narrar, de reírse de todo, de llevarnos a donde quiere con un gesto y una mueca.

Nos quedamos todos, sin embargo, con una actuación impagable, por auténtica y espontánea: la de Maga, el futuro del Bubisher, que si durante las casi nueve horas de asamblea se portó de maravilla, por la noche sacó toda su sangre beduina para bailar, dar palmas, celebrar todos los aplausos que ya no extinguirán nunca en nuestros oídos, porque se unen los que poco antes, como fin de la asamblea, les dedicamos en directo a Hamida, a Alghailani, a todos los bubisheros saharauis.

La velada es ya parte de la mecánica de un grupo de trabajo cada vez más amplio, que tiene su mejor combustible en la poesía, en el libro, en la palabra y en la música.