Por otra parte, una autonomía en Marruecos necesitaría de una profunda reforma “constitucional”. La autonomía no existe en el lenguaje político marroquí.
En segundo lugar, el olvido sistemático de la condición de Marruecos como potencia ocupante, que no administradora, del territorio y que, como tal, no puede administrar nada. Con todo y con eso, se firman acuerdos de venta de armas –con España-, con la condición que sean utilizadas en el sur (el Sáhara Occidental); se firman acuerdos de pesca que afectan, exclusivamente, al banco pesquero sahariano. A pesar la ilegalidad internacional que esto supone.
En tercer lugar, vemos los olvidos, intencionados, con los que trata de silenciar la existencia de un estado saharaui, la “nada virtual” RASD, que dispone de un territorio, una población, una constitución… y que es reconocida por muchos estados miembros de la ONU, y que forma parte de organismos internacionales como la Unión Africana.
Y la razón de estado continúa matando la razón.
Salvador Pallarès-Garí
Presidente de ACAPS la Safor
Este artículo proviene de SaharaLibre.es
http://www.saharalibre.es
La dirección de esta noticia es:
http://www.saharalibre.es/modules.php?name=News&file=article&sid=670
Fuente: