El cálido idilio entre la monarquía marroquí y Felipe Gonzalez

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Viernes, 25 de febrero de 2011, a las 22:22:12

Marruecos

A.R. Suárez - Redacción

Pese a que el ex primer mandatario español Felipe González ha reiterado en diversas ocasiones que sus juicios positivos en relación con la monarquía marroquí de Mohamed VI nada tienen que ver con ningún tipo de interés  económico particular, lo cierto es que quien ocupara hace casi dos décadas la primera magistratura del Estado español posee estrechos vínculos con la elite que domina la vida política y económica de Marruecos.

González -que es un enamorado de la ciudad de Tánger, donde suele veranear con asiduidad -pudo, gracias a sus buenas relaciones con la Casa Real marroquí, adquirir más  de 5.000 metros cuadrados, ubicados en primerísima línea de la playa de Jbila, de esa misma ciudad. Allí es propietario de una mansión que cuenta con 2.200 metros cuadrados de construcción, repartidos en una casa principal de 600 metros , otra casa para el servicio, garajes, patios, porches y piscina. Todo ello, en una parcela de más de 5.000 metros cuadrados en la mentada playa.

González es propietario de una mansión que cuenta con 2.200 metros cuadrados de construcción, repartidos en una casa principal de 600 metros , otra casa para el servicio, garajes, patios, porches y piscina. Todo ello, en una parcela de más de 5.000 metros cuadrados en primerísima línea de la playa de Jbila. Donde sólo construyen el rey y sus amigos

La vivienda está levantada en la zona más exclusiva de Tánger, al sur de Las Grutas de Hércules. Según parece, el ex líder socialista y hoy millonario consejero y accionista  de la empresa Gas Natural Fenosa acude a descansar dos veces al año a ese lugar. Según allegados al expresidente, estos dos descansos anuales le permiten liberarse del intenso estrés laboral que le ocasiona el asesoramiento jurídico a conocidos multimillonarios españoles y extranjeros. Pero si ya el  entorno vacacional del que goza Felipe González es paradisíaco, el marco social que rodea su mansión es auténticamente aristocrático y con rancio pedigree real. Un terreno adyacente al suyo lo ocupa la residencia de una de una de las  hermanas del monarca alauita. A muy poca distancia  la familia real saudí posee una finca de varias hectáreas. Muy cerca se encuentra  el balneario privado del propio rey Mohamed VI.

Con semejante entorno, la seguridad no es un problema para el ex mandatario socialdemócrata español, ya que el conjunto de la  zona se transforma  en  un auténtico  búnker, teniendo en cuenta que los reyes de Marruecos y Arabia Saudí veranean en ese lugar. Sin embargo, y aunque las medidas de seguridad en el área deben ser superiores a las que rodean al mismísimo Presidente de los EE.UU.,  González continúa manteniendo  su escolta y dispone de un coche con chófer para desplazarse por la urbanización.

La casa aún no está registrada, pero sí la parcela, que aparece en el registro de la propiedad de Tánger a nombre de Ialcon Consultoría S.L., la empresa que creó Felipe González en 2001 y en la que figura como administradora su hija María González Romero. Precisamente, la sede social de Ialcon Consultoría S.L. está en la residencia de la joven en Somosaguas, urbanización donde también se erige el chalé que el ex presidente compartió con su ex mujer Carmen Romero hasta que se hizo pública su separación en noviembre de 2008. Desde que se produjo el desencuentro  con su antigua pareja vive en la capital junto a su novia María del Mar García Vaquero, una empleada de la división de banca privada de La Caixa, en un suntuoso piso en la calle Velázquez que pertenece a el empresario Pedro Trapote.

En cualquier caso, no era un secreto que Felipe González mantenía una estrecha relación con Mohamed VI desde que el ex presidente español trataba con su padre Hassan II los asuntos que concernían a los Gobiernos de España y Marruecos. Ya como ex presidente, el ex líder socialista se ha dedicado a abrir puertas a potentes empresarios que quieren extender sus negocios en América Latina y Marruecos. Un ejemplo de ello es la reunión que mantuvieron, en enero de 2006 en Marruecos, Mohamed VI, Felipe González y el magnate mexicano Carlos Slim, que quería introducir su compañía telefónica, Telmex, en el país magrebí.

Fuentes que siguieron la concesión de la licencia de construcción de la lujosa mansión de Felipe González en Tánger coinciden en que los problemas legales para construir sobre la playa se solventaron gracias a la intervención directa del ex presidente español. Tanto los guardias de seguridad del complejo palaciego saudí como los empleados del hotel Le Mirage saben quién es el “vecino español”. Cuando se les pregunta cómo se ha podido construir una mansión tan cerca de la playa, responden: "Aquí eso sólo lo puede hacer el rey o un amigo del rey".

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Fuente: Canarias Semanal