Viaje a El Aaiún

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Viernes, 07 de enero de 2011, a las 21:32:46

Territorios Ocupados

El 11 de diciembre pàsado dos miembros de la Asociación de vecinos de la Nueva Elipa (Madrid) viajaron a los territorios ocupados del Sahara Occidental. La sigüiente crónica nos cuenta su viaje y la "hospitalidad" de las fuerzas de represión marroquíes con aquellos que quieren ver la realidad de un Pueblo oprimido.

Desde Sidi Ifni, ahí empezó todo…profesión y destino, dos palabras que nos iban a acompañar durante toda la ruta. Sidi Ifni es una provincia situada a 480 Km. al norte de El Aaiún Durante el trayecto pasamos 7 controles de policía,  profesión y destino… a medida que te aproximas a El Aaiún los controles son más intimidatorios, ¡profesión y destino! ¡Profesión y destino! En la entrada la ciudad prácticamente un interrogatorio, con una botella de vino y unos libros infantiles compramos casi un final feliz.

El jueves 9 de diciembre 2010 entramos en El Aaiún, una ciudad de 200.000 habitantes tomada por uniformados; policías y militares; en cada esquina, en cada rotonda, en cada callejuela comprando el pan, tomando té, comiendo, pareciendo civiles.

Todo en la ciudad está completamente controlado, quien entra, quien sale, donde duerme, con quién habla. Tardamos dos días en poder contactar con alguien del movimiento saharaui, los teléfonos también están intervenidos y no hay libertad de movimiento para reunirse, ni entre ellos, ni con extranjeros. El Estado guarda algo con mucho celo. Fuimos al puerto de El Aaiún, por donde se realiza gran parte del expolio de los recursos naturales del Sáhara Occidental; una de las herramientas es una cinta transportadora que parte del puerto y se adentra 100 Km. en el desierto, directamente a la zona de extracción de fosfatos. Al acercarnos a esta cinta transportadora aparece un hombre de paisano que gritándonos en árabe nos invita a marcharnos inmediatamente del puerto, en la salida nos esperaban 7 uniformados llenos de preguntas; ¡profesión! ¡Profesión! ¡Las cámaras! ¡Los móviles! En la ciudad de El Aaiún es prácticamente imposible sacar alguna imagen o grabación. ¡Protegen algo con mucha violencia! A mi pregunta de qué es lo que está pasando en esta ciudad, la respuesta era siempre "Pas problem", que significa “no hay problema”. Una respuesta graciosa viendo lo que estaba sucediendo. Finalmente pasamos el control a la salida del puerto. De vuelta al hotel; en la habitación era el único sitio donde no nos sentíamos vigilados.

Al día siguiente, 12 de diciembre, conseguimos quedar con Elghalia Djimityo, Vicepresidenta de la Asociación Saharaui de  Víctimas de violaciones graves de los Derechos Humanos cometidas por el estado Marroquí ( ASVDH), y miembro del Comité de Desaparecidos del Sáhara. Estuvo desaparecida 3 años y 7 meses, entre 1987 y 1991. Su abuela desapareció en el año1984 y no se tienen noticias hasta el momento. Vive en el barrio del Lirak, totalmente controlado por policías  de paisano. Un taxi nos deja cerca de su puerta, ella nos espera, sabe que estamos siendo vigilados.

Tras una hora de conversación aparecen entre 8 y 10 personas, de paisano, en la casa de Elghalia. Nos dicen que salgamos de la casa, que nos vamos. Nos montaron en un coche. No respondían a ninguna pregunta, ni se identificaban ni nos decían a donde íbamos, tampoco nos permitieron llamar por teléfono. Fuimos a la comisaría. Nos tuvieron 5 horas sentados en una pequeña habitación. Fue un interrogatorio, con polis buenos y polis malos….nos registraron todas las imágenes de la cámara de vídeo, de la cámara de fotos, los móviles, pendrives, ¡todo! No nos pegaron, pero había un poli malo que daba bastante miedo y que gritaba mucho. Decía que si éramos amigos de los vascos, si pertenecíamos a alguna organización, que qué estábamos hablando con Elghalia, una hija de la gran chingada según uno de los jefes. Gritaban que mentíamos, que teníamos amigos en El Aaiún y que no era la primera vez que estábamos allí. Era la primera vez que estábamos allí y no teníamos amigos. Todos los polis nos preguntaron por la profesión, repetidamente. Nos tuvieron 5 horas retenidos haciéndonos preguntas constantes, mofándose de nuestras respuestas, con actitud intimidatoria. Finalmente nos dieron una carta del gobernador del Aaiún en la que dice que somos un peligro para la seguridad nacional, nos declara personas non gratas para el Estado Marroquí y que proceden a la expulsión.

Viaje a El AaiúnNosotros teníamos coche, así que nos obligan a conducir hasta Tánger y allí coger el barco. Nos dicen que nada de parar en ciudades, que no se nos ocurra desviarnos de la ruta, ni ir a ningún hotel hasta llegar a Tánger. Desde El Aaiún a Tánger hay 1500 Km., una distancia larga para recorrer por las carreteras del sur de Marruecos. Nos acompañan hasta la salida de la ciudad, eran las 6 de la tarde del domingo, pensábamos que hay había terminado todo. Pero en todas las ciudades por la que pasábamos nos estaba esperando una comitiva de uniformados para no dejarnos parar. Les decíamos que necesitábamos cenar y descansar, pero no atendían a razones, que siguiéramos conduciendo, estábamos muy cansados. A las 3.30 de la mañana paramos a un lado de la carretera para dormir en el coche un rato, hasta las 8.00 AM que empezamos a conducir de nuevo. Entre los controles constantes, los camiones, y el cansancio se avanzaba despacio. Estuvimos todo el día conduciendo, hasta las 21:00, sólo paramos una hora para comer. A partir de Agadir, ciudad situada a unos 550  Km. de El Aaiún, parecía que ya no nos controlaban tanto. Llegamos al puerto de Tánger a las 21.00, compramos el billete para las diez, llegamos justo para coger el último barco y por fin pasar a la Península, era lo que deseábamos. El último control que pasamos antes de embarcar fue especialmente riguroso, nos hicieron sacar de nuevo las cámaras y móviles para revisar todas las imágenes. Les dijimos que íbamos a perder el barco, pero ni nos miraban, una situación muy frustrante. Finalmente perdimos el barco y la situación se tornó bastante desesperante, queríamos salir de allí. Después de estar 5 horas retenidos e interrogados, conducir más de 22 horas descansando apenas 4 , de ser perseguido, vigilado, intimidado y expulsado, ahora esto, no podíamos salir de Marruecos hasta el día siguiente, gracias a otro registro de la policía. Llamamos al consulado español en Agadir varias veces durante el trayecto, para explicarles la situación, pero daba la sensación de que también éramos un estorbo para ellos, le explicamos que conducir en este estado podía ser peligroso, no podíamos parar y el cansancio hacía mella. No nos solucionaron nada.

La ciudad del Aaiún está tomada, sitiada, resulta sorprendente el control absoluto de lo que allí entra o sale, nadie excepto las autoridades marroquíes saben lo que pasó durante el desalojo del campamento, ni lo que está pasando y probablemente lo que pasará, si la comunidad internacional sigue subyugada a los intereses económicos y omite todo lo que allí está sucediendo. La MINURSO, con potentes coches, aparcados en los hoteles más caros de la ciudad,  parecen totalmente ajenos a la población.

Trinidad, parece ayer cuando proclamabas un Sáhara Libre, date un paseo por El Aaiún.

La situación es alarmante.

Viva el Sáhara libre!!.

Nacho Yañez para SaharaLibre.es

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