La comisaria europea de Pesca, María Damanaki evalúa la posibilidad de negociar un nuevo acuerdo pesquero con Marruecos que excluya las aguas del Sahara occidental. Si esto se aprueba, más de un centenar de buques comunitarios tendrían que retirarse de ese caladero.

El convenio actual tiene vigencia hasta fines de febrero y Rabat todavía no presentó las informaciones exigidas por Bruselas para su renovación. Por ello, la comisaria de Pesca inició consultas con otros miembros de la Comisión Europea (CE) para acordar un nuevo pacto pesquero.

La UE paga a Marruecos EUR 36,1 millones anuales para que los buques comunitarios faenen en sus aguas.

Este acuerdo pesquero es el de más importancia política para la comunidad, ya que contempla 119 licencias para los buques europeos, de los cuales 100 son españoles.

Pero desde hace meses, el problema del Sahara pone en riesgo su renovación.

Es que después de que un informe jurídico del Parlamento Europeo determinó que el acuerdo no estaba respetando las leyes internacionales, porque la población saharaui no estaba percibiendo la contribución financiera de la UE, se le solicitó al Gobierno marroquí presentar pruebas que acrediten que el convenio beneficia también a ese pueblo.

En el proyecto presentado por la comisaria de Pesca se alude a la necesidad de resolver el problema surgido por la falta de tiempo para la prolongación del acuerdo, ya que restan poco más de dos meses para que expire el actual.

Como opción, el texto sugiere también la posibilidad de una solución transitoria, entablando oficialmente negociaciones con Marruecos, pero para conseguir un protocolo que incluya solamente a las aguas al norte del paralelo "27° 40' N", la latitud que delimita la frontera con el Sahara occidental, informó Agrocope.

Además, las autoridades comunitarias pretenden incluir una "cláusula sobre derechos humanos", que se tengan en cuenta los informes científicos, y que haya "diálogo" y control para asegurar que la explotación pesquera sea "responsable" y respetuosa con el medioambiente.

Los comisarios de la CE consultados tienen hasta febrero para expedirse sobre el proyecto.

Si dan su visto bueno, el Ejecutivo comunitario aprobará una recomendación al Consejo de ministros de la UE para negociar formalmente con Rabat un arreglo en el que no entrarían las costas saharauis.

En caso de no conseguir el apoyo necesario, Damanaki volverá a reclamar a Marruecos la información requerida.

Por Silvina Corniola
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