Las grietas abiertas en el Gobierno y el PSOE por la posición oficial sobre el conflicto del Sáhara y los graves sucesos en El Aaiún son cada vez más profundas, y afectan ya al núcleo duro de la cúpula socialista. Según ha podido saber El Confidencial, la dirección del Grupo Parlamentario, encabezada por José Antonio Alonso y Eduardo Madina, desautorizó el pasado lunes a la responsable de Política Internacional del partido, Elena Valenciano, que había dado el visto bueno a un comunicado en el que se expresaba el "profundo rechazo a la violencia ejercida contra el pueblo saharaui".

Alonso y Madina forzaron la retirada del comunicado, que había sido inicialmente consensuado con todas las fuerzas políticas del arco parlamentario, incluido el PP, con el argumento de que el texto no contaba con la autorización del Grupo Parlamentario, sino que respondía a la inciativa personal de la diputada socialista Fátima Aburto. Pero esa versión sólo reflejaba una verdad a medias.

La idea de elaborar ese comunicado, que denunciaba también la "férrea censura que impide el ejercicio de las libertades básicas de reunión, expresión y opinión en los territorios ocupados del Sáhara Occidental", había partido, en efecto, de Aburto, miembro del llamado Intergrupo Parlamentario para el Sáhara, un colectivo informal de apoyo a la antigua colonia española que agrupa a diputados de todos los partidos. Pero Aburto, antes de hacer público el comunicado, pidió autorización a Valenciano, secretaria de Relaciones Internacionales de la Ejecutiva socialista. Y ésta, según aseguran las fuentes consultadas por El Confidencial, autorizó su difusión.

Sin mención a Marruecos

El texto no mencionaba en ningún momento a Marruecos, pero era mucho más contundente que cualquiera de las posiciones oficiales expresadas hasta la fecha por miembros del Gobierno y el partido, incluidos el vicepresidente primero, Alfredo Pérez Rubalcaba, y la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, que se han limitado a "lamentar" lo que califican de "graves sucesos" en el Aaiún, evitando en todo momento condenar la represión contra la población saharaui ejercida por las fuerzas de seguridad marroquíes.

"El Intergrupo para el Sáhara del Congreso de los Diputados, en solidaridad con el pueblo saharaui", señalaba el comunicado censurado por la dirección del Grupo Parlamentario Socialista, "desea expresar su más profundo rechazo a la violencia que ha sido ejercida contra su población tanto en el Campamento Dignidad como en el Aaiún, incluyendo su más enérgica condena ante la pérdida de vidas humanas que se ha producido". Y condenaba la "férrea censura" contra periodistas españoles, "que impide una información transparente sobre la dramática situación que se vive en la zona".

Tras recibir el visto bueno de Valenciano, una de las dirigentes más cercanas a José Blanco en la Ejecutiva socialista, Aburto recabó -y logró- el apoyo del resto de fuerzas políticas representadas en el Intergrupo Parlamentario para el Sáhara. Sin embargo, a última hora el portavoz de IU, Gaspar Llamazares, se descolgó del comunicado porque excluía una condena explícita contra Marruecos. Y la negativa de IU, según las fuentes consultadas, arrastró a los demás partidos, ya que una norma no escrita del intergrupo es que todas las posiciones deben expresarse por consenso.