- Zapatero define la relación con Marruecos como asunto de Estado y se limita a expresar su profunda preocupación

El Gobierno español ha insistido este viernes en no condenar los "graves hechos" ocurridos el lunes en El Aaiún, debido a la confusión que persiste y ante el hecho de que otros gobiernos y organismos internacionales tampoco lo han hecho. Sin embargo, el principal partido de la oposición ha reprochado al Ejecutivo su falta de "claridad" respecto a su postura sobre el Sáhara Occidental y ha lamentado el "despiste", así como la ausencia de una reacción ante los sucesos ocurridos. Desde Seúl, por su viaje a la cumbre del G-20, el presidente José Luis Rodríguez Zapatero, ha definido la relación con Marruecos como un tema de Estado para España y se ha limitado a expresar su "profunda preocupación" por lo acontecido en la capital del Sáhara Occidental. Ha defendido que la postura del Ejecutivo español es "la más apropiada", tanto para la resolución del conflicto como para los intereses del país.

"Para condenar habría que tener un conocimiento completo de cuáles han sido los hechos que se han producido". Así ha argumentado la ministra de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Trinidad Jiménez, la no condena del Estado español a los hechos ocurridos el lunes en El Aaiún.

El Gobierno no se quiere "apresurar" en su condena y está a la "espera" de que algún organismo internacional ofrezca un balance de lo ocurrido, según ha explicado la ministra al término del Consejo de Ministros este viernes.

En este sentido, Jiménez ha negado que el Ejecutivo tanga "ningún tipo de temor" a represalias por parte de Marruecos en el plano de la cooperación en la lucha contra la inmigración y el terrorismo si se condena su intervención para desmantelar el campamento de protesta de El Aaiún.

Ha asegurado que la falta de temor del Ejecutivo se sustenta en la "relación sólida" que mantiene con Rabat y a una "capacidad" de trasladar a las autoridades marroquíes "nuestros planteamientos", como ha ocurrido en esta ocasión en los contactos que tanto ella como el vicepresidente primero y ministro de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, han mantenido con sus homólogos marroquíes.

En opinión del portavoz del PP en la comisión de Exteriores en el Congreso de los Diputados, Gustavo de Arístegui, la posición mantenida por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero respecto al Sáhara "ha sido poco clara, vacilante y cambiante". Además, ha supuesto una ruptura respecto a la posición mantenida por los anteriores gobiernos, incluido el de Felipe González, de "neutralidad activa".

El diputado "popular" ha calificado este asunto, en declaraciones a TVE, de "fundamental". Arístegui ha explicado que si no España no tendría "ni credibilidad, ni fuerza para intervenir" en la resolución del contencioso. A su juicio, las primeras reacciones de la nueva ministra de Exteriores a raíz de los sucesos de El Aaiún, al decir que "no se podía estar ni con unos ni con otros" da a entender que se ha recuperado esa neutralidad "un poquito".

CLARIDAD ANTE LOS DESPISTES Y FALTAS DE REACCIÓN
Arístegui ha lamentado el "despiste total del Gobierno" y su "falta absoluta de reacción, desde que se inicia el desmantelamiento del campamento hasta que por fin la presión de los medios de comunicación y de la propia oposición hace que reaccione". Con ello, "demuestra que es un Gobierno que no tiene pulso político", ha añadido.

Así las cosas, ha defendido que "lo que hay que exigirle al Gobierno es que sea claro" y explique "el análisis que hace de la situación" y cuál es su "reacción" ante "esta tragedia". El portavoz del PP ha subrayado que "lo que nosotros le pedimos como oposición al Gobierno es claridad y responsabilidad".

En cuanto a lo ocurrido en El Aaiún, De Arístegui ha confiado en que se aproveche la tragedia para "dar una nueva reorientación y un impulso nuevo a unas negociaciones que llevan muchos años estancadas" con el fin de alcanzar una "solución viable, justa y duradera".

Resolver el contencioso del Sáhara, ha incidido, es importante para la "recuperar la estabilidad" en la región del Sahel, muy sensible tanto para el Magreb como para Europa.

"LOS INTERESES DE ESPAÑA"
El Gobierno alude a "los intereses de España" para argumentar su prudencia ante el conflicto. Trinidad Jiménez considera que su "actuación requiere el nivel de gestiones que hemos mantenido hasta el momento para ser útiles y contribuir a la solución de esta situación que se ha creado".

En cualquier caso, la ministra de Exteriores ha lamentado "profundamente la pérdida de vidas humanas" en los "hechos graves" ocurridos en El Aaiún. Asimismo, ha expresado la "profunda preocupación" del Ejecutivo y ha asegurado que van "a seguir trabajando", aunque, con "prudencia".

"El Gobierno rechaza la violencia como método para resolver conflictos", ha afirmado Jiménez, instando a las partes al "diálogo" y a la "contención para restablecer la normalidad en la zona".

A este respecto, ha insistido en que es "positivo" que Marruecos y el Frente Polisario se reunieran esta semana en Mahannset, Estados Unidos, pese a lo ocurrido en El Aaiún y con la mediación de Naciones Unidas.

EN ALARDE A LA RESPONSABILIDAD Y LAS PRIORIDADES
Ante la cuestión de si la respuesta de España debería ser más fuerte debido a su implicación en el conflicto, el presidente del Gobierno ha insistido en que la posición de su Ejecutivo es la "responsable", tanto para la resolución del conflicto como para los intereses españoles.

"Defender los intereses españoles de España es lo que el Gobierno tiene que poner por delante", ha insistido Zapatero. Además, ha defendido que se debe tener una información "completa" de lo sucedido y ha recordado que las noticias recibidas a veces son incluso "contradictorias".

En este punto, José Luis Rodriguez Zapatero ha recordado que las relación con Marruecos es "prioritaria" para España y se podría incluir entre los asuntos de Estado, por lo que ha aprovechado para pedir al Partido Popular una posición "responsable" al respecto.

Así, el jefe del Ejecutivo ha insistido en que "la única solución" al conflicto es el acuerdo entre Marruecos y el Frente Polisario, al tiempo que ha reconocido su confianza en que el diálogo que se ha puesto en marcha tenga "avances sustanciales".

REIVINDICACIÓN SOCIAL ANTES QUE POLÍTICA
El presidente del Gobierno ha recordado que la Fiscalía de Marruecos ha anunciado que abrirá una investigación sobre los hechos de la última semana. "Y el Gobierno de España se compromete y compromete a la Unión Europea para dar una respuesta de carácter social a muchas personas que están seguramente teniendo dificultades", ha subrayado.

Asimismo, también ha recordado que el origen del campamento es "de reivindicación social más allá de que luego eso se expresara en una reivindicación política". Zapatero, a su vez, ha insistido en que "con carácter general, sobre esta delicada cuestión, el Gobierno va a afrontar esta cuestión con Marruecos con pleno sentido de la responsabilidad".

También ha reiterado la necesidad de que se aclaren los hechos y subrayar el diálogo "sincero, abierto y continuo" con el país alauí. Además, ha trasladado su apoyo a todos los españoles afectados y en especial a los medios de comunicación, a los que no se ha permitido acceder a la zona.

A este respecto, ha expresado su compromiso, ya que los periodistas han de ejercer el derecho a la información, algo que, según ha desvelado, así se ha trasladado a Marruecos.