ÁNGELS BARCELÓ

Marruecos no quiere testigos de su trato a los saharauis. Después de haber demantelado a la fuerza, y con violencia, el campamento de protesta instalado desde el 10 de octubre a 15 kilómetros de El Aaiún, las autoridades marroquíes impiden la presencia sobre el terreno de cualquier persona que pueda contar lo que está pasando en la cápital del Sáhara Occidental.

De hecho, les hablo hoy desde Las Palmas de Gran canaria, desde SER Las Palmas. 'Hora 25' se ha trasladado hasta aquí como escala previa a poder entrar en El Aaiún, y para ello contábamos ya con la reserva en un avión debía llevarnos hasta allí mañana a mediodía. Esta tarde se nos ha comunicado la cancelación del vuelo. Solo unas horas después de que a 11 periodistas españoles se les haya impedido embarcar en un vuelo desde Casablanca para llegar también a El Aaiún. Se les ha dado como excusa que se había estropeado el robot de la compañía, las líneas aéreas marroquíes, y que sus reservas estaban canceladas.

Los incidentes del viernes durante el juicio a un grupo de activistas saharauis fueron el preludio de lo de hoy. De la batalla campal desencadenada durante y después del desalojo del campamento, en lo que ha sido la mayor protesta desde que España se retiró hace 35 años.