Supongo que usted cree en la voluntad popular expresada en las urnas, por lo tanto debería persuadiar al “CORCAS”, que es lo mismo que Marruecos: en el Sahara la libertad se llama autodeterminación y la autodeterminación es la independencia y eso usted no lo entiende ni lo acepta, en cambio nosotros los saharauis llevamos más de treinta años esperando expresar nuestra opción a través del voto libre y secreto.

“Llorarán una vez más las lágrimas inocentes y apagadas
porque El Aaiun es una ciudad sitiada y el Sahara un país secuestrado”

Ali Salem Iselmu, poeta saharaui. Generación de la Amistad       


 
Respuesta al artículo de Bernabé López

Vuelve, nuevamente Bernabé López a clavar, espero que sin intención, su puñal en la espalda del pueblo saharaui. Mediante un discurso confuso y de literatura ambigua trata, según entendí, López de reafirmar su adhesión a las tesis marroquíes con respecto al tema del Sahara Occidental.

No veo tan necesario, viviendo en un país democrático verse en la obligación de camuflarse tanto para exponer posturas personales en relación a cualquier tema.

Señor López:

Si la lectura de los dos libros que usted menciona “Hijos de la nube. El Sahara Español desde 1958 hasta la debacle” y “Guerra de banderas en el Sahara” le aportaron a usted información histórica sobre el nacimiento “relámpago” del POLISARIO me atrevo, sin haberlos leído, a  pensar dos cosas: o son libros que han mutilado parte de la historia saharaui o se hizo una lectura a “vuelo de pájaros”.

El POLISARIO es la consolidación y madurez del nacionalismo, no fanático saharaui cristalizado a lo largo de una milenaria lucha contra las diferentes formas de ocupación extranjera. Y a propósito le ofrezco un dato, quizás soslayado por los libros: una de las figuras principales de ese nacionalismo fue desaparecida a manos de las autoridades coloniales españolas y de su destino solo, posiblemente, sabremos en el año 2026.

Señor López:

Si usted afirma que nadie puede negar la torpeza de la solución que Franco le dio al problema del Sahara Occidental ¿por qué no propone usted una solución menos torpe y así enmendar, en lo posible el mal sueño que incomoda la memoria histórica de España?

Si esta convencido de la violenta ocupación marroquí al territorio saharaui ¿por qué usted no propone una solución de desocupación y no seudo soluciones?.
Seguramente estará de acuerdo conmigo en que en Marruecos aún gobierna una represiva, medieval y totalitaria monarquía donde se asfixian todas las voces contrarias (pregúnteselo usted a Ali Lemrabet), entonces ¿no cree usted que un instancia de reconciliación es más urgente y necesaria allí?. ¡Tengamos valor para decir las cosas como son! Marruecos, señor López, necesita una reconciliación con su pasado, con su pueblo y con sus vecinos. ¿Usted se lo ha propuesto alguna vez?

La mayoría de los saharauis, polisarios o no, luchamos por un primordial objetivo: la independencia. Es un derecho que nos asiste y en ese sentido, con el respeto que usted merece no nos vale las propuestas una y otra vez y de distintas maneras expuestas por usted para solucionar el problema.

No creo sensato confiar el destino de todo un pueblo a un organización (CORCAS) del que usted dice “ de creación poca democrática, naturaleza arcaizante”. Es la misma que España creó en 1974 y también la rechazamos. El mismo perro, pero esta vez también con el mismo collar.

Señor López:

Los saharauis de “allí” y los de “acá” somos lo mismo. Nos separan, físicamente un muro defensivo que usted quiere ignorar y una ilegal e injusta ocupación del que usted apoya. Pero tanto usted como Marruecos saben que somos lo mismo. Pregúnteselo usted a Aminetu Haidar, Ali Salem Tamek o a los saharauis que están en las cárceles marroquíes. Si  los de “allá” están “aislados” es porque sólo algunos selectos  pueden entrar en el territorio . El regreso de delegaciones extranjeras en la escalerilla del avión, inclusive delegaciones del Parlamento Europeo, tiene alguna razón. ¿Usted la sabe, señor López?

Los saharauis tenemos claro lo que buscamos: la independencia, pero temo que la deuda histórica de España, bastante clara hasta ahora comience, a partir de su artículo a tergiversarse.