Sidi Mohamed Dadach: "Cada día esperaba que me pegaran un tiro"

Print version | Versión para imprimir

Domingo, 23 de mayo de 2010, a las 12:52:58

Derechos Humanos

DEIA Marta Martínez - Sábado, 22 de Mayo de 2010 Bilbao. Sidi Mohamed Dadach ha pasado 25 años encarcelado en prisiones marroquíes. Su delito: luchar por la independencia de su pueblo, el Sahara. Conocido como el Mandela del norte de África, pasó dos años menos en prisión que el famoso líder sudafricano. Entonces tenía pasaporte y documentación española. Durante su tiempo de cautiverio fue sometido a brutales torturas y, durante 14 años, estuvo condenado a muerte. "Cada noche esperaba que llegara mi momento, que me pusieran un fusil en la cabeza y me pegaran un tiro", recuerda. Dadach salió de prisión en 2001 tras una larga campaña internacional para su liberación. Actualmente preside el Comité de Defensa del Derecho a la Autodeterminación del Pueblo del Sahara Occidental (Codapso). Esta semana ha estado en Bilbao junto al vicepresidente de la organización, Hmad Hamad, buen conocedor también de la situación en las cárceles marroquíes y los métodos de represión del reino alauí.

Ambos residen en El Aaiún, en los territorios ocupados del Sahara Occidental. Y aunque han dejado atrás los días en prisión, no han alcanzado aún la libertad. Por eso siguen luchando. "Mi día a día es bajo vigilancia absoluta. Normalmente tenemos asignados tres o cuatro policías secretas y cuando viene alguna visita institucional a la zona se convierten en cuarenta o cincuenta que pasean por las calles de forma intimidatoria", explica Dadach. "Si Marruecos no es presionado va a seguir haciendo lo que le dé la gana en los territorios ocupados, va a seguir cometiendo violaciones a los derechos humanos", advierte, por su parte, Hamad. Violaciones que se traducen en secuestros, desapariciones y torturas.

Torturas Al igual que Dadach, Hamad conoce de primera mano los métodos de represión marroquí. "Durante los interrogatorios me arrancaron las uñas, me colgaron con el método del avión -de los pies-, me arrastraron con coches, con cargas eléctricas en todas las partes de mi cuerpo sensible, también me aplicaron lo que llaman la gallina -atar a una persona "como un pollo y, en ocasiones, colocan en la boca un trapo con ingredientes químicos con lo que la víctima pierde el conocimiento-", relata. Hamad todavía sufre secuelas de esas torturas en la columna, motivo por el cual tiene que someterse a revisiones periódicas en el Estado español. "Yo soy sólo una gota en el mar de todos lo que han sido torturados", apunta, al señalar también que "las cárceles marroquíes siguen llenas de presos saharauis".

Este destacado activista ha pasado en varias ocasiones por prisión desde 1976. En un acto desesperado, en 1991 entró en la embajada española en Rabat para solicitar asilo político, pero "el embajador me entregó a la Policía". Con el inicio de la llamada Intifada saharaui de la independencia, en 2005, Hamad denuncia haber sido de nuevo sometido a torturas durante días tras llevar a Aminatu Haidar, gravemente herida, al hospital. "Me torturaron dentro del mismo hospital", señala. Durante la Intifada, y ante las violaciones a los derechos humanos que la población saharaui y él mismo estaban sufriendo, Hamad ingresó en la Casa de España "en un intento por atraer la atención internacional". Sin embargo, fue de nuevo detenido y condenado a dos años de cárcel.

En 2007, este activista pudo salir por primera vez del "infierno" de los territorios ocupados. Ahora, aprovecha sus revisiones médicas para realizar giras de denuncia, aunque sabe que por ello se convierte "en objetivo de Marruecos". Allí donde va, Hamad denuncia "La muerte de cientos de saharauis en las cárceles, los 500 desaparecidos reconocidos por Amnistía Internacional, aunque hay más". Hace apenas dos semanas, desapareció otro activista. "Nuestro delito es ser saharauis", se lamenta.

A pesar de las adversidades, estos activistas no cesan en la lucha. "Nuestro reclamo y nuestra causa es simplemente por el derecho a la independencia del pueblo saharaui. Ningún país, ni siquiera el aliado de Marruecos -Francia-, reconoce que el Sahara es marroquí, y simplemente porque el pueblo se manifiesta diciendo eso es perseguido, oprimido", se queja Dadach. Ambos activistas destacan la importancia de la celebración de un referéndum como única solución al conflicto. "El pueblo ha luchado de forma pacífica, pero tiene sus armas, y si Naciones Unidas apoya que no se celebre el referéndum, puede volver a la lucha armada", advierte Dadach.

Este artículo proviene de SaharaLibre.es

http://www.saharalibre.es

La dirección de esta noticia es:

http://www.saharalibre.es/modules.php?name=News&file=article&sid=3968

Fuente: Poemario por un Sahara Libre