Resiste el efecto Haidar

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Miércoles, 07 de abril de 2010, a las 16:12:33

España

DIARIO DE MALLORCA.ES ALBERTO MAGRO. PALMA. Hay miradas que exudan paz incluso cuando acompañan al verbo más afilado. Aminatu Haidar tiene una de esas. Son un arma formidable, capaz de desnudar razones y silogismos para convertir una huelga de hambre en España en un acto de resistencia contra Marruecos. La intensidad hipnótica de quienes, como Haidar, las poseen y las usan mueve ideas, causas y pasiones. También mueven, conmueven y subyugan presidentes. Lo comprobaron ayer los de Asturias y Balears, sonrientes y aparentemente comprensivos en el momento en el que Aminatu Haidar elevó hasta el ardor el calor de su discurso para cargar contra el "silencio permisivo" con la tortura y la represión marroquí de una comunidad internacional a la que la activista saharaui considera liderada en la inacción por un Gobierno del mismo color político que los de Vicente Álvarez Areces y Francesc Antich: el de Zapatero.

Por eso inmediatamente después de recibir el primer premio Jovellanos Resistencia y Libertad, Haidar armó el verbo y activó la misma mirada que, a la luz de los focos de la prensa internacional, iluminó sus 32 días de huelga de hambre en Lanzarote para dirigirse directamente a Zapatero y su equipo: "Exijo al Gobierno español, en calidad de presidente europeo, que intervenga para lograr la liberación por parte de Marruecos de los presos políticos saharauis". Apeló Haidar a los valores del ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos y a la fuerza de "todos los espíritus libres" que durante su ayuno reivindicativo le insuflaron "fortaleza y la esperanza": "Sin ellos la tarea habría sido más dura y la misión imposible", agradecía, antes de recalcar que el galardón, la autoridad moral con la que nace y los 40.000 euros que lo coronan no son suyos, sino de un pueblo que "ansía vivir en paz en su patria y disfrutar de unos derechos fundamentales que, desgraciadamente, hoy le están vetados".

"Este premio nos honra, nos hace felices y nos fortalece en la resistencia no violenta", proclamaba Haidar, dando en el clavo de la palabra más repetida en todos los discursos: resistencia. A ella se abraza el nombre del nuevo premio internacional y a ella aludía en primer lugar el escritor y presidente del jurado José Saramago, ausente por una enfermedad "ligera" que no le impidió hacer que sus palabras se escuchasen a través de la voz de otro de los miembros del jurado, el editor y periodista Basilio Baltasar: "Admiramos a los que saben resistir, porque vemos en ellos algo más que la terca valentía de los más arrojados defensores de la verdad", entre los que Saramago cuenta a Haidar. También lo hace la escritora estadounidense y miembro del jurado del premio Jovellanos Barbara Probst Solomon, que en un discurso pronunciado en un castellano roto, rico y emocionado calificaba de "milagro" la resistencia a la tortura de la activista saharaui. La elevaba así al rango de heroína para recordar que su entrega no es meramente formal: "Hay una gran diferencia entre apoyar una causa y luchar por ella a riesgo de la propia vida, como Aminatu", añadía incisiva la estadounidense, unida por causa y amistad a una Haidar a la que dedicó durante la ceremonia celebrada en el Conservatorio de Palma uno de los abrazos más intensos del día. Y hubo muchos. Como el que fundió a la alcaldesa Aina Calvo con la activista. O el que le dedicó a Pedro de Silva Cienfuegos Jovellanos, ex presidente asturiano y jurado en el premio que lleva el nombre de su ancestro. O los que unieron a Haidar con un público entregado que rindió sus palmas en dos prolongadas e intensas ovaciones que acabaron con el auditorio en pie y vivas al pueblo saharaui. No llegaron a entonar el cántico los presidentes de Balears y Asturias, que no dudaron sin embargo en expresar su cariño por Haidar, por su lucha y por los valores que emanan de ella. "Premiamos en Haidar virtudes universales: la fe en la propia responsabilidad y el amor a quienes se sienten indefensos", resumía Antich, que, quién sabe si acordándose de su enfangado predecesor en el cargo, parafraseaba a Jovellanos para recordar en el día de Haidar que en democracia "la honradez es la base de la lucha honesta por la libertad". Y desde ayer, "la bandera de la libertad" está en manos de la saharaui: "Y no puede ponerse en mejores manos", cerraba el presidente asturiano, conmovedor y conmovido con la activista de la mirada hipnótica y la lucha intensa. Y al revés.

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Fuente: Diario de Mallorca