“España comercializa con el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui”

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Miércoles, 07 de abril de 2010, a las 16:03:06

Derechos Humanos

Entrevista al escritor, periodista y preso político saharaui Mustapha Abdedaem.

Redacción Valencia 07/04/2010

Desde la cárcel de Tiznit, el miembro de la Unión de Periodistas y Escritores Saharauis (UPES), Mustapha Abdedaem de 48 años, habla con SaharaLibre.es y denuncia la situación de los presos políticos saharauis y critica la postura del Gobierno español.

Licenciado en Filosofía por la Universidad Mohamed V de Rabat en el año 1984, ejerció de profesor en varios centros de secundaria en Marruecos para acabar compaginando su labor de profesor con el de periodista y escritor. En el momento de su detención, 27 de octubre de 2008, era profesor de un instituto en Assa, al sur de Marruecos, y un habitual articulista en distintos medios de comunicación, entre ellos la página oficial de UPES (www.upes.org). También colabora con los periódicos Alwatan y Al-alam Assiyasi, y anteriormente fue corresponsal del periódico Al-ahdath Almaghribíya.

A pesar de la huelga de hambre que mantiene desde hace dieciocho días, junto con otros presos políticos en la misma prisión (SaharaLibre.es 05/04/2010), se mostró en todo momento sereno y habló con claridad y contundencia: no le tiembla el pulso a la hora de denunciar lo que sucede en la prisión. Es la primera entrevista que concede a un medio electrónico español. Han sido cuarenta minutos de charla que resumimos aquí.

SaharaLibre.es: ¿Cómo está la situación en la prisión?

Mustapha Abdedaem: Muy preocupante. La salud de los compañeros está cada vez más delicada, va en declive, hoy [por ayer] se ha desmayado el compañero Bainahu Fadhili y lleva varias horas inconsciente. Hemos avisado a los servicios sanitarios de la prisión, vino el médico y ni siquiera se dignó en examinarlo, parece que le es indiferente esta situación. Hay que recordar que llevamos ya dieciocho días en huelga de hambre en esta prisión y muchos de los compañeros tienen la tensión muy baja, la media es de 8/5 y a algunos les falla la fuerza incluso para beber agua, y eso es inquietante. En resumen, la situación es muy alarmante, requiere una rápida intervención.

SL.es: ¿Y usted cómo se encuentra?

M.A.: Bueno, ya estoy acostumbrado, no es la primera vez que hago una huelga de hambre. Tengo muchas molestias, soy diabético y también sufro desmayos de vez en cuando. Conozco mi enfermedad y soy consecuente con mi decisión.

SL.es: Pero esto supone un serio riesgo para su salud, ¿no debería reconsiderar su decisión?

M.A.: Les agradezco su preocupación, de veras, naturalmente el riesgo es elevado pero hay compañeros en peor situación, yo soy uno más. Insisto, estoy siendo consecuente con lo que hago.

SL.es: ¿Qué les dicen desde la dirección de la prisión?

M.A.: No es mucho lo que nos dicen. Hace dos días vinieron miembros de la Asociación Marroquí de los Derechos Humanos para ver la situación y no les permitieron el acceso. De hecho el director de la prisión, Bachir Almusawi, les dijo que “al elegir ‘el separatismo’, esta gente ha renunciado a su derecho a la vida”. Esto se traduce en vejaciones continuas, desde el funcionario hasta director de la prisión, se trata de centros militares de tortura, no son simples cárceles, aquí estamos continuamente vigilados, ni nuestras familias se libras de los insultos cuando vienen a visitarnos, incluso hay cámaras en los lugares de las visitas. La cosa se endureció después del discurso del rey el pasado 06 de noviembre, en el que pedía mano dura contra aquellos que “atentaban contra la unidad territorial, aquí lo notamos especialmente, no cesan las palizas, vejaciones e insultos como les he dicho. Nos prohíben tener acceso a la información, nos prohíben leer periódicos o libros, carecemos de los derechos más básicos, esto demuestra que se trata de centros militares de detención y tortura. Cualquier contacto con el mundo exterior está prohibido.

SL.es: Eso dificulta que la situación se conozca, de ahí que a nivel internacional la información no llega de lo que ahí ocurre ¿y la prensa local?

M.A.: Existe una cobertura relativa en algunos periódicos marroquíes, tales como Alyarida Al-ula y el periódico Assabah, pero es bastante escaso lo que revelan. En cuanto a nivel internacional, salvo los medios de comunicación saharauis (upes.org, RASD-tv, SPS), no es mucho lo que se conoce. Es urgente que los medios de comunicación mundiales denuncien lo que sucede aquí, es importante denunciar la impunidad del régimen marroquí, no se puede consentir este silencio ante los atropellos de este régimen dictatorial. También los gobiernos occidentales, sobre todo los aliados de Marruecos, deben intervenir.

S.L.es: Con gobiernos aliados, se refiere a Francia y España.

M.A.: Naturalmente, desde luego que Francia hizo puré aquello de la “Libertad, igualdad y fraternidad”.

S.L.es: ¿Y qué opinión le merece la posición de España en el conflicto?

M.A.: Es extraña la posición del gobierno español, no hace justicia al sentir unánime de su pueblo, no entendemos este modo de proceder de España, ya sea en este asunto o anteriormente con lo que le sucedió a la compañera [Aminetu] Haidar, que crearon la trama y trataron después de tergiversarlo todo acusándola de provocar un conflicto diplomático con Marruecos. No sé de qué manera lo puedo decir sin herir sensibilidades, pero me da la sensación que España comercializa con el derecho del pueblo saharaui a la autodeterminación y todo a cambio de intereses económicos renunciando con ello a los principios democráticos y morales. Ciertamente me parece penoso, que siendo España responsable histórico del conflicto, se comporte de esta manera. No obstante, España está a tiempo de corregir sus errores.

S.L.es: ¿Lo ve posible?

M.A.: Por supuesto, baste con ver el compromiso inquebrantable del pueblo español, su solidaridad con el pueblo saharaui es incuestionable, tarde o temprano tendrán que hacer caso a lo que su pueblo reclama. Deseamos que el gobierno español siga el ejemplo que da su pueblo y que se enfrente a Marruecos en su negativa a respetar los derechos humanos.

S.L.es: Sr. Mustapha, le agradecemos que nos haya atendido a pesar de su delicado estado de salud.

M.A.: Gracias a ustedes por su interés. Ha sido un placer hablar con ustedes, y espero que mis respuestas hayan sido satisfactorias.

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Fuente: Redacción Valencia