La activista saharaui Aminatu Haidar celebrará en Lanzarote el 34 aniversario de la proclamación de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) como agradecimiento a quienes la apoyaron durante los 32 dias de huelga de hambre en el aeropuerto de la isla, en defensa de su condición de ciudadana de la RASD.

Fuentes saharauis en la isla confirmaron que la activista, que se encuentra en España por motivos médicos, se desplazará a Lanzarote el próximo 27 de febrero para participar en los actos programados por la comunidad saharaui para festejar el aniversario de la proclamación de la RASD.

Añadieron que también estarán junto a Haidar el delegado del Frente Polisario en Canarias, Mohmed-Salem Daha, y el presidente de la Federación de Asociaciones de Amigos del Sahara de España, Carmelo Ramírez, así como el actor Guillermo Toledo, que ejerció como portavoz de la plataforma de apoyo a la activista durante su huelga de hambre, que secundó después de ser expulsada de El Aaiún, capital del Sahara Occidental por las autoridades marroquíes.

Un portavoz de la comunidad saharaui explicó que para la jornada conmemorativa se han organizado varias actividades, como una fiesta y la proyección de una película.

Pero el plato fuerte de la jornada será un acto público en el que participará Aminatu Haidar, un evento, dijo, que se podría desarrollar en el Aeropuerto de Lanzarote, en el mismo lugar donde la activista permaneció 32 días en huelga de hambre.

Haidar, conocida como la Ghandi saharaui, fue detenida y luego expulsada del Sahara Occidental cuando regresaba a El Aaiún después de recibir en Nueva York el Premio Coraje Civil 2009 de la Fundación Train, que se suma a otras distinciones, como el Premio de Derechos Humanos Robert Kennedy que recibió el 2008 en una ceremonia en el Senado estadounidense.

La activista permaneció en el Aeropuerto de Lanzarote hasta el pasado 18 de diciembre, fecha en la que regresó a El Aaiún, capital del Sahara Occidental.

Durante su estancia en Lanzarote, Aminatu recibió infinitas muestras de apoyo, tanto de las Naciones Unidas, partidos políticos, organizaciones de derechos humanos y colectivos nacionales e internacionales, como de personas residentes en la isla, muchos de los cuales pasaban noches en los exteriores del aeródromo para estar junto a la defensora de los derechos humanos del pueblo saharaui.