Fuente: Afapredesa

El pasado 18 de diciembre, la activista saharaui de derechos humanos, Aminatou Haidar regresó a El Aaiún, capital del Sahara Occidental ocupado ilegalmente por Marruecos desde 1975. Tras 32 días de mantener una huelga de hambre como manifestación pacífica de su rechazo ante el actuar ilegal del gobierno marroquí al confiscarle su pasaporte y expulsarla del territorio que la vio nacer; a una de las Islas Canarias, Lanzarote

La torpe pero suficiente excusa dada por migración, fue haber negado su nacionalidad marroquí al llenar  los formularios de acceso al territorio. Sin embargo, Aminatou  Haidar no negó su nacionalidad ni mintió, por el contrario afirmó su nacionalidad, pertenencia e identidad saharaui.
Todo este proceso que debía culminar con el regreso victorioso de Aminatou  Haidar a El Aaiún, no ha finalizado. Ahora la activista está en su casa, en el Barrio Zemla (Casa de Piedra) prácticamente bajo "arresto domiciliario" ya que las fuerzas de seguridad marroquí impiden el acceso a todo aquel que quiera acercársele. Con ello, Marruecos reconoce que  Aminatou Haidar es un ícono y una voz que se ha hecho escuchar ante el mundo al cual, le ha manifestado la justa lucha por la autodeterminación del Sahara Occidental  y la defensa de los derechos humanos del pueblo saharaui. Una voz que Marruecos intenta callar a toda costa. 
 
La policía marroquí pretende impedir el festejo del pueblo saharaui por el regreso de la activista a su hogar y evitar que los medios de comunicación sigan publicando notas sobre este tema. Para ello, han intensificado las escalas de represión contra la población saharaui. Desde hace 11 días, decenas de saharauis han sido víctimas de tremendas golpizas propinadas por la policía marroquí, como es el caso de Fatimetu Mint Rahel, una chica de 25 años que sí logró entrar a la casa de Aminatou Haidar para conversar con ella y como consecuencia fue detenida y llevada a la comisaría, interrogada, presionada, golpeada y amenazada con ser violada sino declaraba los motivos de su visita a la activista,  su relación con el Frente Polisario y la influencia que ejerce la Sra. Haidar entre los saharauis tras su regreso a El Aaiún. Todo ello, no es más que una burda y evidente, violación a la libertad de expresión y asociación de los saharauis y por supuesto, de los periodistas que desean entrevistarse con la activista y darle seguimiento a la lucha de un pueblo olvidado y reavivado por el caso de Aminatou Haidar.

Con estas graves violaciones a los DDHH de los saharauis, Marruecos busca amedrentar a la población para evitar que se acerquen a la activista Haidar. No conforme con haber detenido en Casablanca a los siete activistas saharauis defensores de DDHH, el pasado 8 de octubre al volver de los campamentos de refugiados de Tindouf. Presos y sin acceso a la realización de un proceso legal acorde a la justicia, acusados de amenazar la unidad territorial del reino y en riesgo de ser condenados a muerte. Razón por la cual, Degja Lachgar, presenta un cuadro psíquico muy preocupante, al ser expuesta ante esta presión y vivir en condiciones infrahumanas.

Ante estos acontecimientos, Afapredesa repudia y condena la actuación de las fuerzas represivas marroquíes contra los saharauis que quieren acercarse a Aminatou Haidar.

Por todo ello declaramos lo siguiente:

1-    Reafirmamos el derecho de libre determinación del pueblo saharaui y su ejercicio por medio de un referéndum libre y transparente que defina el estatuto político del Sahara Occidental, bajo los auspicios de la ONU;
2-    Nuestra condena a las fuerzas marroquíes por el uso de la fuerza y la coerción contra los habitantes de los territorios ocupados por Marruecos desde 1975;

3-    Nuestra absoluta solidaridad con la activista Aminatou Haidar, por encontrarse presa dentro de su propio hogar; con Fatimetu Mint Rahel por ser víctima de la represión de la policía marroquí, que le ha causado daños físicos y psicológicos al saberse amenazada de violación como le ha ocurrido a centenares de mujeres saharauis;  y  con los 7 activistas presos en la cárcel de Salé, sin acceso a un proceso penal justo ni a condiciones de vida dignas;

4-    Lanzamos un llamamiento al Estado marroquí, para liberar todos los presos políticos encarcelados en la cárcel negra y en las demás cárceles marroquíes;

5-    Nuestra súplica a todas las conciencias vivas y a todas las fuerzas democráticas para presionar al Estado marroquí para que respete la legalidad internacional y las resoluciones pertinentes respecto al Sahara occidental y

6-    Nuestra seria petición al gobierno español para que acepte su responsabilidad ética e histórica en este conflicto y evite que el  costo político que significó para Marruecos el regreso de AminatouHaidara El Aaiún, no tenga que ser pagado con su "arraigo domiciliario". Para que España verdaderamente demuestre que la ley marroquí o lo que es lo mismo, la falta de libertad, rige el territorio que hace 34 años, aún era la provincia española número 53.