La última causa justa

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Miércoles, 25 de noviembre de 2009, a las 11:45:08

Opinión

La última causa justa

Fuente: Periodista Digital - António Pérez Henares

A los saharauis los han traicionado todos. Sobre todo aquellos que más promesas les hicieron y a los que pensaban más próximos ideológicamente. El tardofranquismo los entregó atados de pies y manos a Marruecos tras aquella “Marcha Verde”. Confiaron en Felipe González después. En el campamento de refugiados de Smara, cuando era líder de la oposición, les prometió solemnemente que no les abandonaría . Duró la promesa lo que el NO a la OTAN. O sea, hasta que fue presidente del Gobierno.

Con todo, González mantuvo las formas y una posición de Estado y a favor del referendum de autodeterminación, aprobado pero nunca celebrado, ante la ONU. Aznar, en las antípodas ideológicas perseveró en esa actitud y se las tuvo tiesas con la monarquía marroquí. Prevaleció el compromiso y la razón histórica en su política a sus posiciones personales.

Han sido Zapatero y Moratinos quienes han quebrado de manera radical tal actitud. El actual presidente ya demostró su sentido de la oportunidad y su lealtad cuando tras Perejil corrió a verse con el nuevo rey alauita y cuando después varió la , hasta entonces, inalterable posición española y se alineó ya de manera descarada con las tesis marroquíes ante la Asamablea General de la ONU. Y si cabía alguna duda de la sumisión y entrega de nuestra política exterior al agasajado sátrapa marroquí la prueba la tenemos estos días con la actuación de nuestro gobierno con la activita saharahui Aminatu Haidar en huelga de hambre desde hace diez días en el aeropuerto de Lanzarote.

Visité el Sahara y los campos de refugiados allá por el año 83. Creo que fui el primer periodista español en entrevistar a su actual presidente Mohamed Abdelaziz, que acababa de ser nombrado tras la muerte del mítico El Ulai en el asalto a Nuatchot. Me recordó aquella promesa ya rota de Gónzalez en Asmara. He seguido yendo. Hace un par de años volví a encontrarme con Abdelaziz. Con su memoria de hombre del desierto me reconoció al instante y me habló de todas las demás promesas rotas, de todas las traiciones a su pueblo, del olvido, de todos los intereses que siempre prevalecen contra la verdad y la justicia. Me habló una vez más de su “causa”. De esa última causa justa a la que tantos le vuelven la espalda porque es preferible la injusticia si esta conlleva el beneplácito de amigos poderosos.

Hay algunos, y eso les honra, que no han querido hacerlo así. Algunos que en otros momentos apoyaron a ZP le han plantado ahora cara. Javier Bardem, Fernando Tejero, Eduardo Noriega, Willy Toledo y algunos significados actores conocidos no están dudando en levantar su voz. No es la primera vez que lo hacen pero en esta ocasión con un elemento de confrontación que les dignifica por lo que de valiente-lo es siempre ir contra el poder-tiene el gesto. He huido siempre de las descalificaciones personales que por sus posturas políticas, haya o no compartido estas, se han realizado de ellos. Están en su derecho y hasta me diría que desde el punto de vista intelectual en su deber. Ahora han creído que su deber ético era estar con este pequeño pueblo. Porqué es una causa justa y quizás la última causa justa y aunque enfrente esté su amigo Zapatero.

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