Fuente: El Mundo

Segunda noche en huelga de hambre y la indignación va creciendo por momentos. La disidente saharaui Aminatu Haidar critica que ningún miembro del Gobierno se haya puesto en contacto con ella para intentar solucionar su situación.

"Haidar no ha tenido ninguna comunicación con el Gobierno ni ha recibido ninguna llamada telefónica. El silencio absoluto del Ejecutivo es indignante", ha asegurado a elmundo.es Mohamed Salem Daha, representante del Frente Polisario en Canarias y que ejerce de portavoz de Haidar, que se encuentra delicada de salud y quiere reservar fuerzas.

La odisea de esta conocida defensora de los Derechos Humanos comenzó el pasado viernes cuando aterrizó en El Aaiún, capital del Sáhara occidental. Tras un interrogatorio de 24 horas, la Gendarmería marroquí le expulsó a España, alegando que no había cumplido con "las formalidades ordinarias".

Una vez de vuelta en Lanzarote, la Policía española le autorizó a entrar sin pasaporte, pero cuando quiso regresar de nuevo a El Aaiún, no le permitieron salir porque no tenía el citado documento.
Moratinos echa el balón a Marruecos

Desde Bruselas, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, pidió ayer a la activista saharaui que "se tranquilice" y aseguró que el Gobierno está haciendo "lo que tiene que hacer" y que trasladará la "preocupación" de Haidar a las autoridades marroquíes, según informa Europa Press.

Moratinos subrayó que las explicaciones por la expulsión de Haidar es algo que hay que solicitar a Marruecos "y no a las autoridades españolas".

Según el ministro, la actuación del Ejecutivo español se ha limitado a "otorgar todo su apoyo" a la activista y "facilitarle su llegada a España", por lo que pidió que no se critique al Gobierno porque "no ha tenido nada que ver" en esta situación.

Sin embargo, lejos de tranquilizar, las palabras de Moratinos no han hecho sino enervar al colectivo saharaui: "Queremos que el ministro nos explique que es lo que ha negociado con Marruecos. España es la que ha permitido la expulsión irregular de Haidar. Esperamos que alguien venga al aeropuerto de Lanzarote y nos cuente qué va a pasar", añadio Salem Daha.

    "Queremos que el ministro nos explique qué es lo que ha negociado con Marruecos"

El Ministerio del Interior alegó "motivos humanitarios" para permitir la entrada en España sin pasaporte de la activista saharaui, una excepción que recoge la Ley de Extranjería. Sin embargo, según el departamento de Alfredo Pérez Rubalcaba, esta excepción no se recoge para la salida del país y, por este motivo, no puede partir sin el pasaporte.

Mientras tanto, la ola de solidaridad con la disidente va en aumento. La coordinadora estatal de asociaciones solidarias con el Sáhara (Ceas-Sáhara) se concentrará hoy ante las delegaciones de todas las capitales de provincia para apoyar el ayuno de Haidar.

Con esta protesta quieren denunciar el "vergonzoso papel" del Gobierno de España que se ha convertido "en el gendarme marroquí", reteniendo "en contra de su voluntad" a la activista, según informó el colectivo. Así entregarán hoy un documento en todas las subdelegaciones del Gobierno de cada provincia, y, posteriormente, a José Luis Rodríguez Zapatero, en el que se evidencia "la complicidad y colaboración" de España y Marruecos.

El caso de Aminatu Haidar es una gota que demuestra el aumento de la política represiva del Reino alauí contra los saharauis. El pasado 6 de noviembre, el monarca Mohamed VI afirmó que había llegado la hora de afrontar "con toda la firmeza necesaria la escalada bélica" de los "adversarios de la integridad territorial", una alusión a los saharahuis del Frente Polisario, y se mostró dispuesto a no "renunciar ni a un grano de arena" del Sáhara Occidental.

En un discurso con motivo del 34 aniversario de la Marcha Verde, tras la cual Marruecos se anexionó ese territorio, consideró que los opositores al plan de autonomía marroquí han fomentado "un plan de conspiración recurriendo, entre otras estratagemas, a la extorsión, las presiones, la provocación y la perversión del espíritu de la legalidad internacional".