"La historia no tiene marcha atrás"

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Viernes, 06 de marzo de 2009, a las 19:30:33

Opinión

"La historia no tiene marcha atrás"

Gloria del Campo, periodista.

 

 

Esta frase fue lo primero que contestó el cabeza de lista para las próximas elecciones al Parlamento Europeo del Partido Socialista Obrero Español, PSOE, Juan Fernando López Aguilar, al ser preguntado, por ésta que escribe, sobre cual iba a ser la postura del grupo parlamentario europeo socialista cuando llegue el momento de ratificar el Nuevo Acuerdo de Asociación de la Unión Europea con Marruecos; un Acuerdo que está siendo objeto de ciertas divisiones internas en el seno de los socios europeos en el caso de que incluya el territorio y las aguas del Sáhara Occidental, dentro de las "propiedades" marroquíes. El señor López Aguilar, ex ministro de Justicia con el primer gobierno de Rodríguez Zapatero, tras las elecciones generales en España de 2004, y canario, es gran conocedor de la realidad de Marruecos y el Sáhara e interlocutor muy valioso de los gobernantes de Rabat.

Tras pronunciar la frase "la historia no tiene marcha atrás", López Aguilar siguió exponiendo sus argumentos sobre que España tuvo su oportunidad en 1975 de resolver de manera diferente el desenganche de su colonia africana, el Sáhara Occidental, pero, agregó, que ahora, más de treinta años después, la solución no era una cuestión española, sino de Marruecos, porque allí está (dominando el territorio). López Aguilar añadió que España sólo puede ayudar a resolver el conflicto en los organismos internacionales y precisó que le hace “gracia” explicar en tantos foros que el papel de España en el presente del Sáhara Occidental no es “tan importante como algunos creen” y que los gobiernos de Madrid no pueden hacer nada especial o relevante, en este caso.

 

  También señaló que los países deben autoprotegerse o proteger sus intereses, en una clara alusión a los intereses de España en Marruecos o a los intereses españoles que pueda perjudicar el vecino marroquí. Añadió que hay que pensar también en el bienestar de los ciudadanos -- en contestación a la parte de mi pregunta que se refería, no sólo a los recursos territoriales del Sáhara Occidental, contemplados en el Acuerdo de Asociación, sino a los derechos de sus ciudadanos, no garantizados por Marruecos, según mi opinión--. Y lo justificaba en que “hay mucha gente que sufre por este conflicto”, algo que interpreto en consonancia con declaraciones recientes realizadas por el ministro de AAEE, Miguel Angel Moratinos, sobre que sería bueno que las decenas de miles de saharauis que viven en los campamentos de Tinduf (Argelia) estarían mejor en el Sáhara Occidental, con sus familias, casas y algo de trabajo; todo ello, eso sí, bajo el férreo control de Marruecos.

 

  López Aguilar en el curso de la conferencia a la que asistí -- y en la que habló de Europa, su futuro y las aportaciones que el socialismo y él mismo pueden hacer a la construcción europea --, se refirió al deseo de solución de los conflictos por la vía pacífica y puso de ejemplo a Próximo Oriente. En mi pregunta - al compararle el caso - contestó que en 1948, cuando se creó Israel, había habido la oportunidad de solucionar el problema de Próximo Oriente, si los países árabes y los palestinos no hubieran rechazado de forma contundente el estado hebreo. Deduzco que quiso decir que el conflicto de Próximo Oriente ahora no tiene solución, pero lo que me llama la atención es que su jefe de filas, el señor Rodríguez Zapatero, no haga más que abogar por la creación de un estado palestino y, más aún, no haga más que atacar a Israel y enseñarle cómo debe actuar (recuérdese la reciente operación militar de Israel contra los islamistas de HAMAS en Gaza y el  ataque israelí contra los pro-iraníes de Hezbollá en Líbano en el verano de 2006). Me maravilla que el presidente del gobierno no escuchara los consejos o pensamientos progresistas de su ex ministro de Justicia y no decidiera también que "la historia no tiene marcha atrás", para ponerse al lado de Israel, sin fisuras, como hace constantemente con su respaldo a Marruecos.

 

   En su charla ante la Asociación Fulbright ( compuesta por españoles y españolas que hemos disfrutado de una de sus prestigiosas becas en alguna Universidad de Estados Unidos), López Aguilar habló de sus ideales de socialismo - que aún le motivan, recordó – para vender su candidatura al Parlamento Europeo, y que son el progreso, la ayuda a los más necesitados, la igualdad de oportunidades, la justicia, los ciudadanos, en fin ….un sinfín de buenas intenciones…

 

  Cuando hay dificultades, según López Aguilar, hay que mirar hacia lejos en la historia o “poner las luces largas”, eso para explicar lo difícil que es gobernar a los 27 países de la Unión Europea, después de la ampliación en los últimos años; pero no criticó la eclosión de países surgidos en la muy reciente historia europea, procedentes de la ex Yugoslavia, ex Pacto de Varsovia o ex Unión Soviética.  Sobre ninguna de estas realidades escuché decir al señor López Aguilar que "la historia no tiene marcha atrás".  Sólo en el caso del Sáhara Occidental, el ex ministro español de Justicia habló de “un estado inviable o fallido". O sea, que me pregunto yo ¿y de qué estado hablamos en Kosovo, Serbia, Croacia, Montenegro, Letonia o Estonia, por citar unos cuantos?. ¿Quién además ha dicho que un estado saharaui es inviable o fallido?. Son aseveraciones del número uno en la lista del Partido Socialista para el Europarlamento que no están probadas y que sólo son premisas que defienden sus intereses.

 

  Porque ni siquiera Estados Unidos se atreve a decir tanto. En el Tratado de Libre Comercio firmado en 2004 por EEUU y Marruecos se hace salvaguarda de los intereses saharauis.  El secretario de Comercio de EEUU, Robert Zoellick, señaló, con motivo de la firma del Tratado entre Washington y Rabat, que la posición de su país sobre el Sáhara Occidental está clara, porque “la soberanía de la región está en disputa y EEUU apoya plenamente los esfuerzos de la ONU para resolver este asunto”. “Estados Unidos y muchos otros países no reconocen la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental”, sostuvo Zoellick. “El TCL se aplicará al comercio y a las inversiones en el territorio de Marruecos internacionalmente reconocido y no incluirá al Sáhara Occidental”, subrayó.

 

 

  Asimismo en el seno de la Unión Europea, países como los nórdicos e incluso Reino Unido se han opuesto a que los recursos del Sahara Occidental puedan ser explotados por Marruecos y se incluyan en el nuevo Tratado de Asociación de la EU con Rabat.  No es, hasta ahora, el caso del gobierno socialista español cuya política en Europa ha sido calificada por miembros del Parlamento Europeo como "perversa". En primer lugar, porque no se opone a ninguna petición de Marruecos y ni siquiera antepone el derecho internacional (del que tanto debe saber el ex ministro de Justicia, López Aguilar) ya que la cuestión del Sáhara Occidental está aún en la cuarta comisión de Naciones Unidas, que trata sobre la descolonización del territorio. Y ningún dictamen de la ONU ha reconocido la ocupación de Marruecos, además de que la potencia administradora del Sahara occidental sigue siendo España. La solución, por tanto, está pendiente de la aplicación de las resoluciones internacionales, entre ellas la celebración de un referendum de autodeterminación de la poblacion saharaui, al que se opone Marruecos.

 

  Lo que sucede es que, según todos los indicios, el señor López Aguilar defiende los intereses de Marruecos, igual que el gobierno socialista de ZP (nada de ideales progresistas), que pasan por los pingües negocios de empresarios españoles y canarios en Marruecos y en el Sahara, con un futuro más que prometedor. Con chantajes marroquíes que van desde "aprieto o suelto el grifo" en la inmigración ilegal y las pateras, o tenso "la cuerda" con Ceuta o Melilla, o movilizo o no a los cientos de miles de marroquíes que viven en España, o manejo las cuestiones de seguridad y terrorismo "islamista o no" entre Marruecos y España. Recordemos los atentados que hubo hace unos años en el reino alahuita contra intereses españoles (y, por cierto, sólo españoles) como la Casa de España en Casablanca, el asesinato de dos turistas españoles y los más horribles, realizados, por varios ciudadanos marroquíes contra cuatro trenes que se dirigían a la estación de Atocha, en Madrid, el 11 de marzo de 2004, justo tres días antes de las elecciones generales españoles, que dieron el triunfo inesperado al PSOE, tras ocho años de legislatura de José María Aznar, cuando las relaciones Madrid-Rabat estuvieron en sus momentos más bajos y tensos, desde la muerte de Franco, en 1975, momento en que el vecino rey Hassan segundo, aprovechó para quedarse con el  Sáhara. También se podría haber dicho en esa ocasión que “la historia no tiene marcha atrás”, cuando la historia se estaba escribiendo. ¡Como ahora, como la vida misma!

 

  Ya saben ustedes, por tanto, a quien van a votar, el 7 de junio, en las elecciones al Parlamento Europeo, si, entre otras cosas, les importa la honestidad y el problema del Sáhara Occidental. Recuerden que al señor López Aguilar le preocupa mucho el bienestar de los saharauis ¡que sufren!

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