EFE

"Existen controles especialmente estrictos en la región inestable y disputada del Sáhara Occidental, administrada por Marruecos como si formara parte de su territorio nacional", concluye el informe.

El ministro marroquí de Comunicación y Portavoz del Gobierno, Jalid Naciri, reconoció hoy en un encuentro con la prensa, que "existen problemas que debemos solucionar y tenemos voluntad para hacerlo".

Así se expresó Naciri al referirse a las críticas planteadas en el informe del Departamento de Estado americano en Exteriores sobre los derechos humanos en Marruecos que calificó de "equilibrado".

"Marruecos tiene la voluntad de cambiar la situación actual, como hemos arreglado antes varios problemas en materia de derechos humanos", añadió.

El ministro calificó de "equilibrado y objetivo" dicho informe y dijo "esa es la primera vez en la que aparece de esta manera".

En ese informe, publicado recientemente, se reconoce que "Marruecos continúa presentando un panorama contradictorio con respecto a los derechos humanos".

"Por un lado, ha realizado grandes progresos respecto de los abusos cometidos en el pasado, ha permitido un espacio considerable para la discrepancia y la protesta popular, y ha reducido la desigualdad de género en el código de familia", destaca.

El informe subraya que "sin embargo, las autoridades, con la ayuda de tribunales complacientes, siguen sirviéndose de la legislación represiva para castigar a los opositores pacíficos, especialmente aquellos que violan los tabúes impuestos a las críticas al rey o la monarquía, cuestionan la "marroquinidad" del Sáhara Occidental o "denigran" el islam".

"Existen controles especialmente estrictos en la región inestable y disputada del Sáhara Occidental, administrada por Marruecos como si formara parte de su territorio nacional", concluye el informe.