«La gente joven es la principal víctima de esta situación de exilio forzoso», aseguró Mohamed Moulud Alí, responsable del servicio psiquiátrico de este hospital que se encuentra en medio del desierto y que depende de la ayuda internacional para tratar a los enfermos. Moulud Alí reconoció además que la falta de medios se convierte cada día en un handicap para ayudar a las personas que llegan al centro con cuadros de depresión y de ansiedad.

La mayoría de estos pacientes son jóvenes de entre 20 y 25 años que se pasan los días en los campos de refugiados sin ninguna ocupación. «No ven salida a este conflicto», explicó el psiquiatra, al tiempo que reclamaba a la comunidad internacional un esfuerzo para solucionar de una vez por todas el conflicto del Sahara Occidental.

«Cada vez son más los casos de intento de suicidio entre los más jóvenes», añadió, «y los tratamientos farmacológicos no son eficaces» porque el entorno en el que viven no ayuda, continuó. Los días en los campamentos pasan sin ningún tipo de aliciente para estos muchachos que no comprenden el por qué de una situación tan injusta.

«Los chicos han viajado a lugares como España a través del programa de vacaciones solidarias y cuando regresan al desierto se dan cuenta de que más que vivir malviven», resaltó Moulud Alí, convencido de que esta situación clínica se agravará si no se encuentra una salida a este conflicto que comenzó en 1975 con la ocupación por parte de Marruecos del Sahara Occidental. Los habitantes de esta ex colonia de España que pudieron huir se asentaron en los cinco campos de refugiados que les brindó Argelia en el sur del país.

«Esta situación es insostenible», reiteró el psiquiatra del Hospital General de Smara, al tiempo que pedía ayuda para exigir a Marruecos el cumplimiento de las resoluciones de la ONU.

Fuente: La Opinión de Zamora