Ellos se decidieron a ir hasta El Aaiún después de conocer en Madrid a la activista por los derechos humanos Aminetou Haidar. «Queríamo comprobar por nosotros mismos cómo los marroquíes torturan y aplastan los derechos de los saharauis a diario», cuentan a este periódico. Cuando esta pareja relata su particular viaje plaga la descripción de «controles, interrogatorios y sospechas por parte de los marroquíes», como Paloma, una joven periodista madrileña que hizo el mismo viaje el verano del año pasado. Los tres aseguran que tras cada esquina de sus calles está presente el miedo y la represión, pero animan a la gente a que viajen al Sahara, a que conozcan la situación de los territorios y cuenten su experiencia.

Fuente: ABC.es