El Sahara Occidental es la asignatura pendiente de la democracia española, no podremos hablar de consolidación plena de la Democracia española, mientras no se haga justicia con el Pueblo saharaui. De mil maneras, la sociedad española lo ha proclamado bien alto: no lo consideramos un conflicto exterior, sino algo que lo sentimos como propio y que tiene que ver con nuestra responsabilidad y nuestra dignidad. A Marruecos se le ha otorgado una licencia por más de 30 años para intentar aplastar y masacrar al pequeño pueblo saharaui, un pueblo que permanece privado de sus legítimos derechos. El Estado español y otros países le han proporcionado, desde la complicidad, incalculables ayudas, económicas, militares, financieras. Todo bajo el pretexto de ayudar a la estabilidad de la monarquía marroquí, pero en el fondo nunca ignoraron que son recursos para la ocupación del Sáhara Occidental y en su caso para emplear en la guerra contra los saharauis.
La inmensa mayoría de nosotros creemos que ha llegado la hora de enmendar esta terrible injusticia. El Estado Español, tiene una deuda con los saharauis más que con nadie, por su implicación en los orígenes de esta tragedia, debe asumir, de una vez por todas, su responsabilidad histórica, política y moral, desde la honestidad, lejos del doble lenguaje, hipócrita e inmoral. Corresponde elaborar y consensuar una nueva política de Estado coherente y firme que persuada a Marruecos a avanzar en el camino de la legalidad internacional y no, como hasta ahora, para conspirar contra ella, disculpándolo o haciendo la vista gorda ante sus continuas burlas a las resoluciones de la ONU y sus abusos en las zonas ocupadas y el saqueo de sus recursos naturales.
Desde las Asociaciones de Amistad y Solidaridad con el Pueblo saharaui, invitamos a los electores y simpatizantes, así como a los Partidos que concurren a estas elecciones, a sus candidatos y candidatas a implicarse más, sin titubeos, en la defensa de los legítimos derechos de los saharauis, un Pueblo hermano que abandonamos en 1975. Somos muchos los ciudadanos que podemos llegar a fijar nuestras posiciones electorales en asuntos aparentemente menores de la política nacional o internacional, pero con una carga ética y moral de gran calado, y que pueden marcar la diferencia entre las distintas opciones en las próximas elecciones, siendo éste, a veces, el único argumento y papel que se nos permite ejercer en estas circunstancias.
¡¡ A los saharauis se les impide votar su futuro. Vota tú a los candidatos que defiendan una solución justa, pacífica y definitiva del conflicto por la Independencia del Sáhara Occidental !! ¡¡ Evitemos la guerra !!