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La organización defensora de derechos humanos ha enviado una misiva al ministro Abdelwahed Radi en la que expresa su preocupación por lo ocurrido a Dahha Rahmouni y Brahim Alansari mientras estaban bajo detención policial en esa ciudad, sin haber sido acusados, entre el 14 y el 16 de este mes.

Alansari explicó a la organización que la policía le golpeó y maltrató, al igual que a Rahmouni y también les obligaron a firmar declaraciones escritas que no les permitieron leer con anterioridad y, según les advirtieron, podrían ser utilizadas en su contra en un juicio.

Alansari, de 39 años de edad, es miembro de la delegación en El Aiún de la Asociación Marroquí para los Derechos Humanos (AMDH) y Rahmouni, de 40 años, forma parte del comité ejecutivo de Asociación Saharaui de Víctimas de Graves Violaciones de Derechos Humanos (ASVDH), explica HRW en su misiva.

El oficial de policía que interrogó a los dos hombres les acusó de utilizar sus actividades como una 'tapadera' y de pertenecer al Frente Polisario.

La policía les arrestó el 14 de diciembre mientras viajaban en automóvil por El Aiún y después de someterles a interrogatorios y sufrir golpes y vejaciones, les puso en libertad dos días después sin cargos, según se detalla en la carta que firma Sarah Leah Whitson, directora de la sección de Oriente Medio y Norte de Africa en HRW.

Esta organización agrega que el pasado día 20 solicitó información sobre el incidente a la embajada de Marruecos en Washington y que ocho días después no había recibido respuesta.

En base a las circunstancias que se describen en la carta, 'da la impresión de que autoridades marroquíes arrestaron, interrogaron y maltrataron a Rahmouni y Alansari para castigarlos por sus actividades pacíficas en defensa de los derechos humanos e intimidarles para que cesaran en esas actividades', señala la organización humanitaria.

HRW urge al ministro de Justicia que investigue las alegaciones de malos tratos sufridos por los activistas, que sancione a los agentes responsables y que haga públicos los resultados de la investigación y las medidas que ha tomado en consecuencia.

También solicita que se informe públicamente de los motivos que llevaron al arresto de los dos individuos así como de los textos de las declaraciones que fueron obligados a firmar durante su detención.

La organización neoyorquina pide al ministro marroquí que garantice que Rahmouni, Alansari y todos los defensores de derechos humanos puedan ejercitar sus derechos a recabar y diseminar información de forma pacífica sobre esos asuntos, sin temor a ser detenidos, acosados o sufrir represalias.