Aniversario socialista

Print version | Versión para imprimir

Sábado, 03 de noviembre de 2007, a las 19:49:43

Opinión

Aniversario socialistaLos socialistas (el PSOE) celebran los veinticinco años de su llegada al poder. Pero los saharauis no tienen nada que celebrar, más bien que lamentar. Para los saharauis fue una fecha nefasta.

Muchas veces se ha recordado el cambio de la política del PSOE que, después de explotar hábilmente la causa de los saharauis utilizando su nombre y sus banderas para ganar aquellas elecciones, nos dejó atónitos y mudos ante la espectacular voltereta que dieron a favor de Marruecos. No nos lo podíamos creer, pero inocentes de nosotros, aún no sospechábamos lo que nos esperaba en los años sucesivos.
Perfectamente sabedores los socialistas del trauma emocional que causó en la población española el abandono del pueblo saharaui en manos de Marruecos, aprovechan el ansia popular de justa reparación que se ha apoderado de la gente, y con suma astucia reconducen el descontento general transformándolo en un argumento más a favor del voto a su partido.

En el bosque de banderas que tantas manos entusiastas hacían ondear en los mítines y manifestaciones del PSOE, proliferaban también las del Polisario creando un mimetismo emocional e ideológico que llevó a la gente a pensar que votar a Felipe era defender la causa saharaui

Es de suponer que para muchos, la táctica de los socialistas tuvo una importancia decisoria en la orientación de su voto. Eran personas de izquierdas, no todas pero si muchas, que identificaron el ser de izquierdas con el supuesto izquierdismo de aquellos jóvenes líderes que en el año 82 venían arrasando. A muchos de ellos habría que preguntarles si ahora siguen pensando lo mismo y si el comportamiento de aquellos líderes, a los cuales les dio su voto pensando en los saharauis, ha colmado sus expectativas.

Pero no viene mal recordar, a pesar de que se ha denunciado en muchas ocasiones, ¿en qué consistió la actividad del PSOE en aquel tiempo, antes y después de esas elecciones?

Desde que se firmaron los acuerdos de Madrid, el 14 de noviembre de 1975, el PSOE promueve y participa, en cuantas manifestaciones se organizan para denunciar dichos acuerdos. Elaboran documentos, recogen firmas, denuncian la venta de armas, alertan a la población sobre la guerra de rapiña y exterminio impuesta a los saharauis y firman conjuntamente con el Polisario una declaración, según la cual España como potencia administradora no podrá extinguir sus responsabilidades mientras el pueblo saharaui no se autodetermine validamente. La lista de actos, escritos y referencias a la causa saharaui fue larga.

Un hecho destacado fue el viaje de Felipe González a los acampamentos de Tinduf, que ante la población saharaui se comprometió con la historia a estar con ellos hasta la victoria final. Estos hechos y estas promesas, de los cuales lógicamente se podría esperar un comportamiento acorde con ellos, unidos a los datos de las encuestas que daban ganadores a los socialistas en las cercanas elecciones, hacían concebir grandes esperanzas a los polisarios.

No es de extrañar por tanto, que tras la victoria de los socialistas en las elecciones de octubre de 1982, el Frente Polisario confiadamente hiciera un llamamiento al nuevo gobierno español para que, en la línea del comportamiento anterior, denunciase los acuerdos de Madrid de 1975.

Pero aquellas expectativas pronto quedarían rotas ante las declaraciones y primeros actos del nuevo gobierno.

De todos son conocidas las declaraciones del recién nombrado Ministro de Exteriores Fernando Morán sobre sus intenciones de apuntalar a Hassan II en el trono, o las del Ministro de Defensa, Serra, que con todo entusiasmo nos comunica su deseo de vender armas a Marruecos. Cuantas más mejor, decía el muy caradura.

Este fue uno de los hechos mas decepcionante perpetrado por los socialistas, pues muchas de aquellas armas fueron empleadas contra los saharauis, como así lo han podido comprobar los miles de visitantes de los campamentos de Tinduf, que ven con vergüenza e indignación las armas de procedencia española capturadas a los marroquíes (en la actualidad sigue la venta de armas en cantidades muy importantes).

Todo esto no fue más que el preludio de una activa colaboración político/comercial, uno de cuyos hechos más importantes va a ser la visita de Felipe González a Hassan II en marzo de 1983.

De esa visita se trae Felipe González la promesa por parte de Hassan II de que sus reclamaciones sobre los “presidios” quedaría congelada hasta que Gibraltar fuese devuelto a España.

¿A cambio de qué, cabe preguntarse, esta oferta de Hassan II? Esta visita de González fue la manifestación pública de un acto de Fe democrático-occidental que le abrió las puertas a su permanencia en la OTAN, la entrada en el Mercado Común, los acuerdos de pesca, etc. “Eres un buen chico”, parece que le dijeron, con una palmadita en la espalda.

Se dijo que el Isidoro de la clandestinidad era la esperanza del cambio en quién el “padre celestial” había puesto todas las complacencias.

A partir de aquí, prosigue con soltura, de la mano de Reagan y Bush, por los arcanos de la política, el recorrido iniciado en el XXVII Congreso del PSOE, en el que se produjo la renuncia al Marxismo como ideología del Partido, hasta terminar embarcado con Marta Sánchez en la fragata Numancia.

Pero, en todo este tiempo cae sobre los antiguos ciudadanos españoles/ saharauis, la losa del silencio; y las organizaciones solidarias, con su causa, se ven recluidas a las catacumbas. Únicamente se vuelve a hablar de los saharauis cuando es expulsada la pequeña representación que aún existía en España.

José Luis Rodríguez Zapatero, aún a en la oposición protagonizó el viaje a Rabat, antes mencionado, en plena crisis política. Recuérdese que el origen de la crisis no fue otro que la actitud del gobierno de Aznar, que se negó a aprobar en la ONU una resolución determinante a favor de Marruecos y que por el contrario manifestó claramente su apoyo a la celebración de un referendo de autodeterminación para el Sáhara. 

 Zapatero y Trinidad Jiménez, durante este viaje no tuvieron inconveniente en fotografiarse con Mohamed VI bajo un mapa en el que aparecían no solo los territorios del Sahara, sino las mismas Islas Canarias como pertenecientes a Marruecos.

Zapatero, rompiendo con lo que había sido hasta ese momento la política de los gobiernos españoles, manifestó su opinión de descartar un referendo de autodeterminación y mostrarse partidario de una autonomía para el Sahara (y menos mal); hasta entonces nadie se había atrevido a dar un apoyo tan rotundo a las tesis marroquíes.

En abril de 2004, Zapatero realiza su primera visita al extranjero como presidente del Gobierno, desplazándose a Casablanca. A pesar de las peticiones que se le hicieron en el sentido de interceder ante Mohamed VI para que cesaran las constantes violaciones de los derechos humanos por parte de la policía marroquí no se consiguió nada.

El balance de esta etapa es bien triste: muertos en las cárceles, huidos en pateras, algunos de ellos desaparecidos en el mar, torturados, etc., etc.

En el viaje de Zapatero a Marruecos en el mes de marzo se emite un mensaje conjunto en el que, empleando un lenguaje rebuscado y ambiguo, se acepta por parte de España un proyecto de autonomía para el Sahara.

Esto es parte del triste relato que se puede hacer sobre los veinticinco años que ahora se conmemoran.

Tenemos las elecciones generales encima y, posiblemente, sea esta efeméride el inicio de una campaña de publicidad y propaganda como solo ellos saben hacer; volverán a mentir y tergiversar en un todo vale con tal de sacar votos. Ya han exhibido en su televisión a su principal icono y como hay gente para todo, no les ha sido difícil encontrar la persona que, aún a costa de avergonzar a la mayoría de sus compañeros periodistas, se ha prestado a manejar el incensario.

Amigo lector se consciente de la validez de tu voto y recuerda el dicho: si te engañan una vez, la culpa es del que te engaña; si te engañan por segunda vez la culpa es tuya.

Desde aquí, envío un cariñoso saludo a las jóvenes saharauis Sultana Jaya, Rabab Amidane y Aminatu Haidar, acompañándolas en el dolor en que se han convertido sus vidas. Y a todos los que luchamos a favor de la causa saharaui, que nunca olvidemos el segundo aniversario del asesinato del joven Hamdi Lambarki.


Javier Perote

Este artículo proviene de SaharaLibre.es

http://www.saharalibre.es

La dirección de esta noticia es:

http://www.saharalibre.es/modules.php?name=News&file=article&sid=1614

Fuente: