El Polisario se pregunta también sobre el sentido que Rabat quiere dar a esa promesa de ir "con buena fe" al segundo tramo de las conversaciones, si de entrada se establece ya la salida que deben tener éstas últimas.

Los independentistas ponen de relieve como a lo largo de los años, en un conflicto que sigue siendo uno de los más complicados para África, la posición de Marruecos nunca ha sido constante.

El difunto rey Hasán II aceptó la idea del referéndum de autodeterminación y llegó a decir que, si el territorio se pronunciara por la independencia, Marruecos sería el primer país en reconocerlo.

Pero cuando se trató de preparar el censo electoral, a cargo de la Misión de la ONU para el Sahara Occidental (MINURSO), llegaron los problemas al no ponerse de acuerdo los dos contendientes. Marruecos presentó entonces miles de revisiones de las listas electorales.

En 2004, el nuevo monarca Mohamed VI declaró que el referéndum era "obsoleto" y no podía cuestionarse la soberanía marroquí, lo que suponía que la idea de la independencia debía ser abandonada.

Fuente: EFE