Rabat remitirá hoy al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, su oferta de autonomía para la antigua colonia española que será probablemente examinada por el Consejo de Seguridad. La anterior propuesta marroquí, presentada en 2003, fue desestimada por James Baker, entonces representante personal del secretario general de la ONU, que la consideró cicatera. Delegaciones marroquíes de alto nivel han recorrido el mundo el pasado invierno explicando la filosofía de su plan, pero sin llegar a entregarlo en ninguna capital.

Numerosos dirigentes socialistas, empezando por el presidente José Luís Rodríguez Zapatero, han resaltado el carácter positivo de la iniciativa marroquí cuyo contenido no conocen con precisión. Zapatero la tachó en Rabat, en febrero pasado, de "buena oportunidad" para abrir el diálogo entre Rabat y el Polisario, enfrentados desde hace 32 años. Pese a las simpatías de Zapatero por el proyecto de Marruecos, Elena Valenciano, secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, negó ayer a este periódico que Zerolo vaya a pedir al Polisario que reconsidere su rechazo a la oferta de autonomía.

"El viaje no estaba, en origen, pensado para eso", declaró Elena Valenciano. "A nosotros", reconoció, "una autonomía plena, a la española, nos parece aceptable". "Ambas posiciones estaban hasta ahora muy cerradas, pero Rabat parece moverse y ahora le corresponde al Polisario hacer un esfuerzo".

En vísperas de la entrega del plan marroquí en Nueva York, el Frente Polisario arremetió, de nuevo, contra la posición del Gobierno español. Su delegado en España, Brahim Ghali, aseguró que el PSOE alentaba "una agresión contra la legalidad internacional".

El ministro portavoz del Gobierno de Marruecos, Nabil Benabdalá, tachó ayer, en cambio, de "positiva" y "alentadora" la reacción del Gobierno español al plan de autonomía. Su actitud "contribuirá a avanzar hacia una solución al conflicto", añadió en declaraciones a la agencia Europa Press.