Las conversaciones giraron en torno a los últimos avances del plan de paz de la ONU sobre la descolonización del Sahara Occidental. El Embajador Saharaui presentó una exposición detallada de los obstáculos que está poniendo Marruecos con el fin de evitar la aplicación del plan de paz inicial de la ONU, además de los acuerdos complementarios firmados por las dos partes en Houston 1997 y su negativa al cumplimiento del Plan Baker, aprobado por el consejo de Seguridad de Naciones Unidas en su resolución 1495, finalizando con su anuncio oficial de rechazo al principio de autodeterminación, el cual constituye desde 1966 hasta hoy, el marco jurídico, histórico y legítimo para la solución del conflicto.

El Embajador Saharaui también abordó el tema de la propuesta marroquí de autonomía afirmando que “No es más que el último cartucho del colonialismo, y el Sahara Occidental no será una excepción en este sentido; ya que todas las fuerzas coloniales han utilizado el mismo método y la historia siempre ha demostrado su fracaso”, añadiendo que “la celebración  de un referéndum libre y transparente es la única opción democrática y legítima y que el Gobierno Saharaui respetará los resultados del mismo, sean cuales sean”.

Por su parte, el Señor Gibson afirmó en nombre del líder del partido y de su grupo parlamentario, “el apoyo del Partido de la Alianza Democrática a la justa causa del pueblo Saharaui y su compromiso de hacer todo lo posible dentro del Parlamento Sudafricano para proyectar la peligrosa realidad de la situación de los derechos humanos en la parte ocupada del Sahara Occidental, además de brindarle al pueblo Saharaui, como al resto de los países del continente su derecho a la autodeterminación sin más demora”, añadiendo que “un referéndum de autodeterminación es la única vía creíble para la solución del conflicto y que el mundo no puede estar con las manos cruzadas esperando la aprobación de Marruecos, que nunca llega”.

Es de recordar que el Partido de la Alianza Democrática es el partido de la oposición oficial en Sudáfrica desde la victoria de la democracia en 1994.