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Estimado Señor:

Acabo de leer la carta que me envía en nombre de "votantes de distintos partidos y de todas las ideologías", en la que se me solicita que Izquierda Unida "ahora mismo, en cuanto acabe de leer esta carta", rompa todos los pactos que tiene con el PSOE a todos los niveles, en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, y de forma indefinida en el tiempo, hasta que el Sahara Occidental sea un Estado independiente, y que, si no hago nada en este sentido, el pueblo saharaui habrá desaparecido.

Considero que su petición no es acertada, tanto desde el punto de vista de sus consecuencias en la política interior de nuestro país como en su discutible efectividad y beneficios para el pueblo saharaui. Recuerden que en los lugares donde gobernamos o participamos en gobiernos de coalición, potenciamos en la medida de las posibilidades la solidaridad concreta con los refugiados saharauis. No creo, por lo tanto, que -como ustedes afirman- el pueblo saharaui agradeciera que saliéramos de los equipos de gobierno en Ayuntamientos y Comunidades Autónomas que les apoyan política y materialmente. Y, desde el punto de vista interno, el resultado de una ruptura generalizada como la que ustedes proponen, no sólo mermaría la solidaridad política y material con el pueblo saharaui, sino que entregaría al PP la llave de muchos gobiernos, en detrimento de los trabajadores y de los electores de izquierdas ante quienes hemos suscrito el compromiso de aplicar nuestro programa electoral.

Quiero aclarar que IU no tiene ningún pacto global con el Gobierno estatal. Mantenemos serias discrepancias con él, especialmente en política exterior, por ejemplo en el caso de Afganistán o América Latina, pero también en su política en relación con el Sahara Occidental. Les mencionaré algunas de las iniciativas que hemos desplegado en el último mes: Esta mañana, en la Comisión de Asuntos Exteriores, he expresado al Sr. Moratinos nuestra preocupación por la escasez de alimentos y el deterioro de las condiciones de vida en los campamentos de refugiados saharauis; he advertido al Gobierno de la necesidad de que mantenga con firmeza su compromiso con el principio de libre determinación, que ha de concretarse en la celebración de un referéndum bajo los auspicios de Naciones Unidas, y no se sume a un ignoto proceso de autonomía como propone Marruecos, que en realidad sería un plan de anexión. Y, finalmente, he denunciado la venta de armas y material militar de doble uso a Marruecos, con el riesgo de que sea utilizado contra el pueblo saharaui. Hace días, hemos presentado una iniciativa similar en el Parlamento Europeo. Izquierda Unida, representada por la diputada Marga Ferré, acaba de estar presente en el aniversario de la RASD, reiterando la solidaridad política y material que IU viene desarrollando desde el inicio del conflicto.

Por todas estas razones, no seguiré sus indicaciones de ruptura, aunque coincido con los argumentos que despliegan con vehemencia en relación con la justa causa del pueblo saharaui.

Agradeciendo su interés por el pueblo saharaui, aprovecho la ocasión para saludarle muy cordialmente.
Madrid, 28 de febrero de 2007
Fdo. Gaspar Llamazares