El presidente del Observatorio de Derechos Humanos de Aragón para el Sáhara occidental, Francisco Palacios, defendió el pasado miércoles la seguridad "total" de los campamentos de Tinduf, en Argelia, y habló de que la situación aboca al Frente Polisario a "intimidar un poco" y "volver a las armas".

Este cooperante compareció en la ponencia Paz para el pueblo Saharaui de las Cortes de Aragón, donde informó de la situación actual en los territorios ocupados y el espacio cedido por el país argelino a unos 200.000 saharauis."Solo el ministro García Margallo sabe por qué hizo aquellas declaraciones informando sobre un secuestro inminente", afirmó Palacios. "O fue un fallo de los servicios de inteligencia y tenía información errónea o hubo detrás una contraprestación política", aseguró.

Algo que, en su opinión, no se puede permitir. "Los caminos políticos son a veces siniestros, pero no aceptamos que se use el Sáhara como una moneda de cambio", afirmó.

En relación a la situación del conflicto, Palacios consideró que "el referéndum está prácticamente paralizado". Ante este bloqueo, "mucho peor actualmente que hace diez años", el presidente del observatorio manifestó que el rumbo del Frente Polisario pasa por lanzar "un órdago e intimidar un poco". "Lamentablemente, además de la búsqueda de un reconocimiento institucional mucho más amplio, esto solo pasa por volver a las armas", indicó.

Algo que, para él, "no es agresivo ni denota chulería o prepotencia, sino que se realiza en un estado de necesidad eximente". "En la violencia hay escalas diferentes, por eso ahora encima de la mesa está cómo se vuelve y a qué nivel", añadió.

Por el PP, Eduardo Peris, mostró su "preocupación porque los jóvenes tomen las armas". Y el representante socialista, Carlos Tomás, dijo que el retroceso actual "genera la sensación de que si esto no se resuelve, el único recurso pasa por las armas, para despertar la conciencia internacional".