La presidencia de la Unión califica de "alta política" la negociación del pacto con Rabat

La presidencia de turno de la UE reconoció ayer la complejidad política que supondrá lograr un nuevo acuerdo de pesca con Marruecos, un mes después de que el Parlamento Europeo rechazara la prórroga del anterior convenio. El acuerdo es "alta política, no es sólo sobre los intereses ecológicos y la gestión de recursos", señaló hoy la ministra danesa de Agricultura y Pesca, Mette Gjerskov.

Gjerskov predijo que cuando la cuestión se retome "la discusión será, por supuesto, sobre el Sahara Occidental y qué hacer" en este sentido.

La Eurocámara votó el pasado 14 de diciembre contra la prórroga del acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos, al considerar que provocaba la sobreexplotación de algunas especies y que era ilegal según el derecho internacional, porque interfiere en los recursos de la población local saharaui.

El resultado de la votación supuso el final inmediato de la prórroga, por lo que tras la votación Marruecos pidió a los buques comunitarios que abandonasen sus aguas. Los navíos españoles tenían un centenar de permisos que favorecían sobre todo a barcos con puertos en Andalucía y Canarias.

La Eurocámara pidió entonces a la Comisión Europea que presente cuanto antes un mandato negociador para un futuro acuerdo pesquero UE-Marruecos "que sea sostenible económica, ecológica y socialmente".

En este sentido, la comisión mixta de pesca hispano-marroquí reunida ayer en Cádiz y formada por empresarios de ambos lados del Estrecho, ha solicitado que el nuevo acuerdo pesquero entre la Unión Europea y Marruecos se base en cuestiones técnicas "y no políticas". El secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca), Javier Garat, apunta las graves consecuencias que está teniendo en ambos países la carencia del convenio.