Era mi intención terminar este año 2011 sin volver a escribir más, por lo que hice un extenso resumen en mi reciente carta “A sus Majestades 2012”, pero un artículo de opinión que acabo de leer en El Día me ha vuelto a despertar el gusanillo. Los luchadores compañeros Loly Padrón y Anselmo Fariña, en una nueva entrega de su contundente e histórica defensa diaria del Sáhara, a raíz del acuerdo adoptado por el Parlamento Europeo del pasado 14 de diciembre que pone fin a la prórroga del acuerdo pesquero que mantenía con Marruecos, sacan a la luz un magnífico artículo preñado de verdades, bajo el título “Por un acuerdo pesquero con el Sáhara Occidental”.

El Pueblo Canario, en su gran mayoría y desde siempre, ha sido solidario con el Sáhara, reconociéndole su derecho a ser “LIBRE”, como sus habitantes masivamente reclaman, y en esta apuesta de los canarios se incluyen también las consiguientes repulsas hacia España, que pretende que Marruecos, por el hecho de ser un Estado vecino o por intereses empresariales, prosiga con una ocupación que NO procede, y consiguientemente tolerando todo lo malo que de esta situación se desprende, que es demasiado. ¡Que País tan desagradecido e injusto es el nuestro, que tras explotar los recursos del Sáhara durante tantos años, ahora ni siquiera le reconoce su derecho a la autodeterminación, todo lo contrario, quiere que Marruecos coja las riendas y sea el esquilmador sustituto!

Y entre esos despojos, están sus importantes recursos pesqueros, sin duda de muy preciado valor, pero que son del Sáhara y no de Marruecos. Y por aquí, por Canarias, algunos listos empresarios y unos políticos de pena, que se mueven como sabemos, lejos del clamor popular en favor del Sáhara y de los saharauis, esgrimen sus clásicas cantinelas, las que estiman en cada caso para despertar conciencias ciudadanas en favor de sus listezas. Por ejemplo, si quieren sacar adelante obras especulativas, aunque sean innecesarias o golpeen brutalmente al Medio, no dudan en invocar el pleito insular, aludiendo a las diferencias en favor de Gran Canaria, porque nos oponemos a que sus pelotazos se hagan realidad, y en el caso del improcedente acuerdo pesquero de la Unión Europea con Marruecos, hablan de los intereses de los pescadores canarios, que no de los suyos. ¡Que pobre discurso el de estos empresarios, como si de simples mercaderes se tratara, y el de esos oscuros e injustos políticos tan ingratos que les apoyan!

Evidentemente, los recursos pesqueros de esa virgen costa africana son muy importantes también para Canarias, y esto nadie lo duda, pero, repito, son del Sáhara y no de Marruecos, que tiene los suyos propios. Y esta clara situación exige, con la honestidad que se les supone a la Unión Europea, a España y a Canarias, que se apueste y se cierre el acuerdo pesquero con su legítimo propietario, el Sáhara Occidental, algo que colmaría los deseos e intereses de los canarios. Por un lado, empezaríamos a constatar como por fin se empiezan a despejar los horizontes de libertades de ese querido Pueblo, y, por otro, dando solución y retomando nuestras pesquerías de siempre en ese rico litoral. No en vano el Sáhara ha reiterado su deseo de priorizar sus acuerdos pesqueros con Canarias, por cercanía y por su histórica solidaridad con ellos.

Yo no le deseo mal alguno a Marruecos, si acaso el mal que les toque a los gobernantes que abusan o que actúan de forma poco honesta, igual que hago con los mandatarios Españoles o Canarios, porque las malas praxis son igual de rechazables en todos lados, pero si deseo fervientemente, porque estoy plenamente convencido de que es lo verdaderamente justo, que el Sáhara sea un País independiente, como reclaman mayoritariamente sus habitantes. A las Islas Canarias les conviene tener por vecino más próximo al país saharaui por muchas razones, si TODOS luchamos a tope por ello, si institucionalmente se da la talla con honorabilidad, como la historia y la situación actual requiere, lo podemos conseguir. Ellos no cesan en su lucha y el nombre de Canarias debe quedar ligado a la historia, si somos valientes, como aliado vital en la justa y merecida independencia de nuestro querido País vecino, El Sáhara.