La hambruna generalizada podría generar una catástrofe humanitaria en una población de cerca de 90 mil personas que viven en los campamentos de refugiados saharauíes, según reportes de las emisoras locales.

En octubre de 2006, las reservas alimenticias se agotaron y hasta la fecha no recibieron suministros, sólo la ayuda aislada de algunos gobiernos atenúa la situación, que se hace insostenible, declaró Yahia Buhubeine, presidente de la Media Luna Roja Saharuí.

Desde comienzos de año esa organización realizó llamamientos a la comunidad internacional para aplicar medidas urgentes que posibiliten el suministro de azúcar, harina, aceite y lentejas, alimentos que conforman la canasta básica que entrega mensualmente el PMA.

El funcionario calificó de urgencia de primer grado el escenario, agravado por la falta de medicamentos, tiendas de campañas y otros medios de vida.

Buhubeine señaló que el PMA retiene donaciones por varios millones de euros enviadas por diferentes organizaciones humanitarias.

Las consecuencias de este desabastecimiento se hicieron sentir sobre todo en los niños, mujeres embarazadas y lactantes, añadió.

Hace 20 años los pobladores del Sahara Occidental fueron desplazados hacia los campamentos de refugiados, en la frontera de Argelia, luego que Marruecos ocupará ilegalmente sus territorios.

La parte occidental del desierto argelino es una de las más inhóspitas del planeta. En verano las temperaturas superan los 50 grados centígrados a la sombra y en invierno el frío llega a congelar.