Nos quedamos helados...Nuestra fuerza está en el voto. Es a lo único que hacen caso. Que cada uno obre en consecuencia.
Estimado Director (carta enviada al diario El Pais):
Acudo hoy a usted porque que los refugiados saharauis de Tinduf casi nunca suelen ser noticia. Sin embargo, me acuerdo ahora de ellos cuando asisto también al drama de las 130.000 personas abandonadas por AirMadrid, a la lamentable situación de los habitantes de Gaza, y a esa democracia cogida con pinzas que sigue tiñiendose de sangre en Iraq. Me acuerdo de Bernardino León y del Ministro Moratinos; del niño saharaui que acogí durante tres veranos cuando se quedaba absorto ante el chorro de agua de la ducha, y de su familia, que sin saber cómo han sacado de debajo de las piedras en la Hamada argelina el ánimo y la bondad de agasajar a mi familia con uno de sus bienes más preciados: una manta con la que se cubren del frío y de la indignidad con la que España los ha abandonado. Y comoquiera que nuestro país ha vuelto a abstenerse en la ONU en la votación para mantaner la supervivencia de ese pueblo, legítimo dueño de su patria: el Sáhara Occidental, quisiera hoy felicitar la Navidad al señor Ministro de Exteriores. No sin antes recordarle, que si sintió frío al descolgar el teléfono para ordenar ese voto de abstención, imáginese cómo de helados debieron quedarse esos pacíficos refugiados cuando volvieron a percibir en la representación española los fríos labios de la traición.
Antonio Polo González, escritor y director de la revista
Ariadna R-C