Al encuentro, a realizarse en el condado de Westchester, en el norte del estado de Nueva York, también asistirán delegados de Argelia y Mauritania, vecinos de los dos antagonistas, y el enviado especial de la ONU para el Sahara Occidental, Christopher Ross.

Se espera que la reunión sirva de resorte para reactivar las negociaciones iniciadas por ambas partes en junio de 2007 y que continuaron en agosto de ese año y enero y marzo de 2008, cuando quedaron interrumpidas.

Desde entonces, solo se efectuó una cita informal en Viena en agosto del año pasado, pero sin resultado alguno.

Según la ONU , el encuentro de mañana en Westchester se producirá en el marco de la resolución 1871 adoptada por el Consejo de Seguridad en abril pasado.

Ese documento saludó la decisión de las partes en conflicto de sostener conversaciones informales con el objetivo de celebrar la quinta ronda de negociaciones (luego de las cuatro efectuadas entre 2007 y 2008).

La semana pasada, el secretario general de la ONU , Ban Ki-Moon, elogió la reactivación de los contactos e instó a avanzar sin precondiciones hacia "una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable que propicie la autodeterminación del pueblo del Sahara Occidental".

Por su parte, el enviado de la ONU para el problema reconoció la existencia de fuertes tensiones en los últimos meses entre las partes en pugna, pero dijo que ambas manifestaron estar listas para acudir a Westchester con un estado de ánimo productivo y serio.

Uno de esos focos de tirantez fue la huelga de hambre realizada en la isla canaria de Lanzarote por la activista saharaui Aminatu Haidar en defensa de su condición de ciudadana de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), proclamada por el Polisario.

Esa acción desató una intensa actividad política y diplomática en España, Estados Unidos, la ONU y la Unión Europea y obligó a Marruecos a permitir el retorno de la luchadora a su lugar de residencia en El Aaiún, capital de la RASD.

Poco antes, el rey de Marruecos, Mohamed VI, llamó a incrementar acciones frente a quienes tildó de adversarios de la integridad territorial de Marruecos y de "la marroquinidad de nuestro Sahara".

Al recordar un nuevo aniversario de la anexión de ese territorio, ocurrida en 1975 después que España abandonó esa colonia, el monarca calificó de alta traición cualquier contacto con el Polisario.

Más tarde, Rabat dio a conocer en enero un llamado proyecto de regionalización avanzada y la creación de una comisión consultiva para su instrumentación y que debe presentar sus conclusiones en un plazo de seis meses.

Mientras, siete activistas saharauies están presos en Marruecos desde septiembre pasado por haber viajado a los campamentos de refugiados en Tinduf, Argelia.

Por el lado de la ONU , la Asamblea General adoptó en diciembre una resolución que reiteró su apoyo a una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable al conflicto e instó a todas las partes a cooperar para conseguir ese objetivo.

Antes, la Cuarta Comisión y el Comité de Descolonización también respaldaron la reactivación de las conversaciones sobre la libre determinación del pueblo del Sahara Occidental.