-Anteayer, el rey de Marruecos, Mohamed VI, celebró el octavo aniversario de su llegada al trono incidiendo en el Plan Marroquí de autonomía del Sáhara. ¿Cómo lo valora?

-Es contrario a la legalidad internacional, ya que existe una resolución de la ONU para la descolonización del Sáhara a través de un referendum, y un dictamen de la Corte Penal Internacional dice claramente que el Sáhara no es territorio marroquí. La única solución válida es el referendum, que sea el pueblo saharaui quien decida su futuro.

-Los plazos marcados en el Plan Baker no se llegaron a cumplir. ¿Ve factible la celebración de un referendum a corto plazo?

-No lo sé. Marruecos lleva años poniendo trabas y la ONU le ha insistido muchas veces en que no tienen ningún fundamento.

-Si mañana se celebrase, ¿el censo sería fiable? Muchos denuncian que Marruecos inyecta colonos en los poblados para que pueden votar.

-Está claro que hay una población colonial muy importante en el Sáhara occidental. La marcha verde que empezó en 1975 no ha concluido aún. Pero el Frente Polisario admitió, según los planes aprobados en los años 90, que hubiese pobladores colonos con derecho a voto en el referendum.

-Este conflicto ha cumplido 32 años. ¿Se ha avanzado en el respeto a los derechos humanos en la zona?

-No, al contrario. La violación de los derechos humanos es algo permanente en los territorios ocupados: desaparecen los niños; la policía entra en los colegios y separa a los saharauis de los marroquíes con violencia; entra en las casas y pega a las mujeres; desaparecen jóvenes y a la semana aparecen en el desierto desnudos y mutilados; la policía se lleva a los menores y los viola...

-¿Y la situación de los presos en la cárcel negra en Al Aaiún?

-Los presos políticos tienen el mismo o peor tratamiento que los delincuentes comunes. No hay agua ni comida ni unas mínimas condiciones higiénicas... En habitáculos de 27 metros cuadrados se aprietan 160 personas.

-¿En los juicios la situación mejora?

-Ningún derecho de los conocidos en Occidente, y de los que Marruecos hace gala, se respetan. Les hacen cosas tan bárbaras que parece increíble que estén pasando a sólo 100 kilómetros de Canarias.

-A pesar de ello, a escala internacional está considerado como un conflicto menor. ¿Qué postura ha adaptado el nuevo secretario general de la ONU?

-El año pasado Kofi Annan, en su informe anual sobre el territorio, hizo mención por primera vez a la violación de los Derechos Humanos en el Sáhara. El actual secretario general mantiene esta preocupación por lo que pasa en esta zona.

-¿Existe riesgo de que el islamismo radical penetre en los jóvenes saharauis cansados de esperar?

-No, en absoluto, no tiene nada que ver la situación del pueblo saharaui con el fundamentalismo religioso. Yo vivo allí muchos días al año y sólo he visto a dos mujeres con burka, y eran marroquíes, y un hombre con barba. Los jóvenes no están impacientes, están preocupados porque no tiene derecho nada, no se les reconoce como personas, no tienen libertad. La gente está cansada de los muertos, de los desaparecidos y de estar apartados de sus hogares...

-No ayudan mucho los 2.000 kilómetros de muro y las 10 millones de minas antipersona.

-No sé si Marruecos quiere formar guetos, pero cada vez hay mayor presencia policial y militar.

-¿España está desempeñando el papel que debería?

-Lamentablemente, no. El Gobierno está mirando para otro lado y no exige a Marruecos que cumpla la legalidad internacional. España no ha condenado nunca los actos de Marruecos. Hablamos del conflicto como si fuera ajeno a España, pero según la Ley, ésta sigue siendo la Metrópolis del Sáhara. Aún no ha finalizado el proceso de descolonización de estos territorios.

Fuente: eldiariomontañes.com