En la concentración, los participantes, que reivindicaron su derecho a vivir y trabajar dignamente, denunciaron “la política racista que lleva a cabo la la prefectura, bajo dirección del gobernador, que consiste en beneficiar solo a ciudadanos marroquíes de los nuevos puestos de trabajo, excluyendo a los ciudadanos saharauis por su posición favorable a la independencia”.