Cuando se produce el exilio saharaui en el año 1975, a raíz del abandono de España a nuestro país y la posterior entrega vergonzosa del territorio a Marruecos y Mauritania a través del acuerdo tripartito de Madrid, hecho que se convierte en un triste acontecimiento y de ingrata recordación por sus terribles  consecuencias para la población saharaui al sentirse traicionada por los gobernantes españoles de la época.

Luego de lo ocurrido, el pueblo saharaui no tuvo más alternativa que organizarse para hacer frente a los ejércitos invasores y preparar las condiciones necesarias para la resistencia, es precisamente en este capítulo heroico de nuestra historia reciente donde la mujer saharaui tuvo que asumir roles protagónicos en tan difícil y adversa coyuntura, pero gracias a su tenacidad y coraje supo superar todos los obstáculos con la valentía que las caracteriza.
 
Sin la presencia de la mujer saharaui, no hubiesen sido posibles los innumerables logros del pueblo de la RASD en tan corto tiempo. Hay que resaltar, que las mujeres de nuestro país han sido protagonistas desde el mismo inicio de la ocupación del Sahara Occidental por las tropas marroquíes y mauritanas. Estos logros se evidencian en todos los ámbitos, pero principalmente en lo político y social por esa inquebrantable voluntad de vivir libres e independientes que hizo posible una formidable organización de los campamentos de refugiados dándoles una vida digna a sus habitantes, responsabilidad asumida casi en su totalidad por la mujer.
 
La mujer saharaui a diferencia de lo que era durante la colonización española, dedicada exclusivamente a labores domésticas, con escaso nivel cultural y alto numero de analfabetas, hoy existen diferencias sustanciales, pues muchas de las nacidas en el exilio poseen títulos universitarios hasta el punto de convertirlas en una excepción en el panorama social africano y árabe.
 
Aminetu Haidar, es la genuina representante de la mujer saharaui, su fe en la justa causa de su pueblo y su ejemplar determinación a defender el derecho irrenunciable a la autodeterminación e independencia de acuerdo a la legalidad internacional y las reiteradas resoluciones de  las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad. Varias veces ha sido secuestrada y torturada por la policía marroquí y pasó varios años en la cárcel, pero esto no doblegó su voluntad de lucha, lo cual despertó no solo la admiración de sus compatriotas sino también de personalidades, gobiernos, parlamentos y organizaciones internacionales, las cuales le manifestaron su solidaridad y la propusieron para el premio Sajarov de derechos humanos y el premio Príncipe de Asturias de la concordia.
 
Le ha sido otorgado el Premio Francisco Mateos por la Paz 2004 y también la Comisión Española de Ayuda al Refugiado, CEAR, decidió otorgarle el V Premio Juan Maria Bandrés por su trayectoria de lucha pacifica por los derechos del pueblo saharaui.
 
Gracias a la campaña internacional Aminetu Haidar esta libre y dando la batalla por su pueblo, desde Caracas queremos agradecer profundamente al Instituto  Nacional de la Mujer de la República Bolivariana de Venezuela por la destacada participación dentro de la campaña al alzar la voz y manifestar su solidaridad con la pasionaria saharaui.