Entre las dos fotografías han pasado 8 años. Nuestra ministra de Exteriores ha realizado un largo viaje para llegar a Rabat.
Des de que los socialistas accedieron al Poder en 2004, gracias a los luctuosos sucesos del 11M, cuyos autores materiales eran casi todos súbditos marroquíes, y a la torpeza increíble del PP, se han dedicado a mimar las relaciones con Marruecos. Esto no sería reprochable si no pasara inevitablemente por atacar al POLISARIO desde todos los flancos posibles. La política exterior de nuestro vecino del Sur tiene como telón de fondo el contencioso del Sahara Occidental. Mohamed VI practica aquello de que los amigos de mis enemigos son mis enemigos también. Así que no es posible una relación fluida con el reino alauita si eres simpatizante de la causa saharaui.

A causa de la realpolitik y de los intereses comerciales y económicos es fácil cambiar las simpatías de los Gobiernos aunque el pueblo soberano permanezca fiel a una Causa que cada día tiene más militantes. Así que había que cambiar esta opinión pública llevándose por delante lo que fuera.

Hace un par de años el ministro Moratinos advertía a las ONGs que trabajamos con el Sahara que en la zona Shengen no se podían conceder visados colectivos. No mencionó las vacaciones en paz aunque la alusión era de una claridad meridiana. El gobierno sabe bien que, gracias a este proyecto, llegan toneladas de ayuda humanitaria a los Campamentos y que ésta se convierte en resistencia. El verano pasado volvió a la carga aunque después reculó ante la reacción airada de miles de familias acogedoras. Por este flanco no había nada que hacer.

Mientras tanto en los Territorios Ocupados continuaba una intifada tenaz que se había iniciado en 2005 y en el que la figura de una mujer destacaba hasta convertirse en un icono de los Derechos Humanos y de las ansias de libertad de un pueblo oprimido: Aminetu Haidar.

En 2009 encarcelan a varios activistas que regresaban de Argelia. Con Aminetu, que ha obtenido el reconocimiento internacional, no se atreven. Se limitan a retirarle el pasaporte y a enviarla a suelo español, un regalo envenenado que Moratinos acepta con una sumisión al sultán difícil de comprender por la ciudadanía.

No contaban con que la determinación de aquella mujer frágil, de salud quebrantada por las torturas, abocaría a ambos gobiernos al ridículo más espantoso. Incluso tuvo que mediar Hillary Clinton.

Ante estos dos sonoros fracasos, Marruecos, no puedo afirmar si en connivencia con nuestro Gobierno, se dedica a reclutar a personajes de convicciones dudosas para que cambien las simpatías de la opinión pública española: Chema Gil, Ignacio Marín Orio, David Alvarado, Arístegui, Aguilar, Durán Lleida entre los más conocidos. Emplean la táctica de la gota insistente que acaba desgastando la piedra: el peligro de que un estado independiente entre Marruecos y Mauritania sería una vía de penetración del terrorismo islámico internacional. Confían en la memoria colectiva del horror del 11-S y del 11-M. Sutilmente van avanzando en sus tesis del peligro: pasan a relacionar al POLISARIO con estas tramas, que según Ruiz Miguel son un bluff.
En verano del 2010 Marruecos intenta crear a su propia Aminetu en la figura de un retornado que dice quiere volver a los Campamentos para convencer a los refugiados de que la autonomía es la mejor opción. Moulud es interceptado en los Territorios Liberados y la ofensiva se multiplica. El Majzén y sus voceros claman por el respeto a la libre expresión del fantoche. Llevan multitud de peticionarios ante la Comisión de descolonización para abogar por la libertad de un personaje gris que a estas horas está en el cubo de la basura.

El POLISARIO le libera la víspera de la comparecencia dejando sin argumentos a toda la caterva de discurseros reales. El periodista Nacho Marín Orio se planta y empieza a recitar todas las “maldades” que el POLISARIO cometió en el pasado: Cruz del Mar, Tagomago, Mencey de Abona...

Chema Gil sigue hablando del presente: ¡peligro, peligro, peligro! el POLISARIO se relaciona con AQMI, pasa droga, comercia con la ayuda humanitaria y esclaviza a los refugiados. Al mismo tiempo David Alvarado, periodista y politólogo, publica un libro en el mismo sentido. Un pasado y un presente, supuestamente vinculados al terrorismo, convergen en NNUU.

En España salen a luz nuevos figurantes: ACAVITE, asociación canaria de víctimas del Terrorismo, que pretende, en principio, una indemnización para unas víctimas que lo fueron por haber faenado en aguas territoriales saharauis (no olvidemos que los acuerdos de pesca fueron entre otros, el precio de la entrega del Sáhara) que pronto serán captados por Marruecos que sabe que, ante indemnizaciones cuantiosas, la ética, la verdad y la justicia pueden guardarse en el armario. Nos encontramos con acaviteros en la red, en digitales, en foros, en prensa, etc. El discurso es el mismo: POLISARIO terrorista.

En mayo CiU les escucha y se dispone a presentar una enmienda a la Ley de víctimas del terrorismo en la que se reprueba al Frente por haber practicado el terror, que fue retirada ante la presión del colectivo solidario.

Antes, en noviembre pasado, el desmantelamiento violento de Gdeim Izik mostraba al mundo que el único que practica el terrorismo de estado y conculca los DDHH es Marruecos. No voy a insistir en las declaraciones de Trinidad Jiménez, son sobradamente conocidas y lo suficientemente vergonzosas para todos los españoles de bien a los que este gobierno dejó de representar hace tiempo.

Y llegamos a los secuestros de cooperantes: tres miembros de Acción Solidaria son secuestrados en Mauritania. El responsable: Omar, apodado el saharaui, un maliense casado con una mujer saharaui. Chema Gil aprovecha para realizar un burdo fotomontaje con el que intenta demostrar que Omar es saharaui, que vive Campamentos y que además es miembro del frente POLISARIO. Como digo, una chapuza que ha apartado al pseudo-especialista en seguridad internacional de las avenidas neoyorquinas y de los hoteles de cinco estrellas.

La opinión pública debidamente tutelada por los grandes mass medias empiezan a cuestionar el papel de los cooperantes: ¿Por qué España debe pagar un rescate de cuatro pijos que quieren vivir una aventura en tierras africanas?

Hace pocos días el secuestro de dos cooperantes de MSF en Kenia recrudece el debate.

Y ¡oh casualidad! El sábado pasado ocurre lo mismo con dos españoles y una italiana que estaban en Rabunni.

En 36 años de refugio nunca se había cuestionado la seguridad de los occidentales en los Campamentos que nos movíamos con toda libertad y seguridad con las lógicas precauciones. Es un hecho constatado que apenas hay delincuencia en los campos de Tinduf, y ahora de repente, la tortilla da la vuelta en vísperas de los viajes organizados de Diciembre. Las especulaciones están servidas así como las calumnias: Argelia no controla el territorio, los secuestradores han tenido que contar con cómplices para llegar a Rabunni. Incluso se ha barajado la posibilidad de repatriar a los cooperantes que pasan mucho tiempo ayudando a nuestros hermanos saharauis.

Se trata de la vieja táctica de rendir al enemigo por el hambre. Sin cooperantes no hay cooperación y si éstos son unos esnobs que buscan aventuras y en un marco de crisis brutal ¿para qué financiar los proyectos solidarios en la Conchinchina cuando aquí hay muchas personas que lo pasan mal? Si quieren lavar su conciencia que lo hagan en España.

Remarcar también que estamos en las postrimerías de una legislatura nefasta que va a enviar al PSOE a las bancadas de la oposición. El tiempo apremia y a la señora Jiménez y a sus correligionarios les queda muy poco. Y ya se sabe que el tiempo es oro y hay que aprovecharlo.

¿Qué hace la señora ministra en Rabat? ¿El secuestro de los cooperantes Ainhoa, Enric y Rosella es sólo por dinero?

Permitidme que lo dude. No creo en las casualidades tan oportunas para algunos.