afrol News, 20 de Mayo - La empresa de relaciones públicas 'Independent Diplomat', con sede en EEUU y que ha trabajado para el gobierno en el exilio de Sáhara Occidental desde 2006, presume de habérselas arreglado para convencer a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU a determinar en su última resolución que la situación en el territorio "no es aceptable".

'Independent Diplomat' dice haber trabajado para el gobierno en el exilio de la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) desde 2006", y aconsejando a los líderes saharauis sobre su "estrategia diplomática, los preparativos para el proceso de negociación liderado por la ONU y los aspectos jurídicos vinculados a los recursos naturales de Sáhara Occidental". La compañía de relaciones públicas "también ha ayudado a la RASD a mejorar su imagen pública y promoción política".

En una nueva declaración sobre el trabajo de la empresa estadounidense - proporcionando informaciones poco habituales sobre la lucha diplomática entre Sáhara Occidental y Marruecos - 'Independent Diplomat' dice que había trabajado duro con los distintos miembros del Consejo de Seguridad de la ONU en los últimos años, consiguiendo así algunas pequeñas victorias ante esta situación que se encontraba en un punto muerto.

El primer éxito observado por la empresa de relaciones públicas fue un detalle en la Resolución de abril de 2009 adoptada por el Consejo de Seguridad. La empresa destaca un "pequeño éxito el año pasado en la obtención de una referencia en la Resolución 1871 sobre la 'dimensión humana' de la disputa que ya se ha prolongado durante 35 años". Mientras que los saharauis habían luchado por una referencia a las violaciones de derechos humanos cometidas por Marruecos, la nota sobre "dimensión humana" se consideraba como un gran paso en el camino a seguir.

Antes de la reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas el pasado 30 de abril, 'Independent Diplomat' intensificó su presión hacia varios miembros no permanentes del Consejo, instando a un texto más duro sobre Sáhara Occidental.

La declaración de la compañía de relaciones públicas, a la que ha tenido acceso afrol News, precisa que "trabajó asiduamente con las delegaciones de Uganda, Nigeria, México y Austria para garantizar que la resolución de este año reflejase las preocupaciones de nuestros clientes en materia de derechos humanos, la explotación ilegal de los recursos naturales del Sáhara Occidental y la importancia de celebrar un referéndum".

Con los servicios de la empresa de relaciones públicas, los saharauis y sus aliados "forzaron una batalla de una semana en el Consejo", añade la declaración, recordando que el año pasado, Francia se encontraba aislada, con el compromiso el presidente Sarkozy de actuar como abanderado para Marruecos ante el Consejo.

"El resultado final - el reconocimiento en el Consejo de Seguridad de la Resolución 1920 de que el status quo en el Sáhara Occidental 'no es aceptable' y la necesidad de las partes 'cumplan con sus obligaciones' - constituye un cierto progreso, pero no es suficiente, concluye 'Independent Diplomat' sobre sus esfuerzos.

La resolución del pasado 30 de abril volvió a hacer referencia a la "dimensión humana" del conflicto de Sáhara Occidental. Además, y por primera vez, reconoce "que la consolidación del statu quo no es aceptable a largo plazo".

El preámbulo de la resolución también se refiere a las protestas de Uganda, Nigeria, México y Austria, ya que todos deseaban un texto con un contenido más duro. Uganda expresó su "preocupación" por las violaciones de los derechos humanos en Sáhara Occidental. Nigeria estaba "profundamente preocupada" por la falta de referencia a los derechos humanos en el texto de la resolución. Austria y México dijeron que querían una resolución "más equilibrada".

Poco se conocía hasta ahora sobre el uso de empresas relaciones públicas por parte del gobierno saharaui, basado en los campamentos de refugiados en Argelia y con pocas fuentes de financiación. El dinero saharaui gastado en 'Independent Diplomat', en cualquier manera, queda eclipsado por los elevados gastos que la parte marroquí destina a empresas de relaciones públicas y grupos de presión, especialmente en EEUU.