ROSA FERRIOL. PALMA. La Palabra, la Pasionaria del Sáhara o la Ghandi saharaui son tres apelativos para una misma mujer, para un mismo reto. Aminatu Haidar encarna a una tenaz activista que personaliza la apasionada y pacifista lucha por los derechos de su pueblo. El nuevo símbolo humano aterriza mañana en Palma para recibir el primer Premio Internacional Jovellanos Resistencia y Libertad, que otorgan los gobiernos balear y asturiano. Por unanimidad, el jurado eligió a la activista saharaui como ganadora del Premio Jovellanos "por la tenacidad con que ha sabido dar testimonio de los principios que amparan el ejercicio de la libertad y por el valor con que ha resistido las presiones contra su legítima voluntad personal", justifica uno de sus miembros, Federico Mayor Zaragoza, presidente de la Fundación para una Cultura de la Paz. A finales de año, sus creencias la llevaron a estar 32 días en ayuno en el aeropuerto de Lanzarote después de ser expulsada y tener el pasaporte retenido por las autoridades marroquíes. "Es una victoria para la causa saharaui", sentencio a su regreso a El Aaiún. La periodista andaluza Edi Escobar, que se ha convertido en su jefa de prensa, cuenta que en los campamentos la conocen como la "Palabra" porque "todo lo que dice, lo hace". "Es una mujer muy consecuente con sus ideas", resume. Este compromiso la ha llevado a entregar su vida a los derechos humanos. Edi la define como "una mujer muy especial, muy íntegra y muy valiente, capaz de cohesionar a la gente".

Nafi Brahim y su hermano Salamu fueron los pioneros del programa Escola en Pau, que posibilita que los niños puedan cursar sus estudios en la isla y en verano regresar a los campamentos para visitar a sus familias. Nafi, que estudia en la UIB, define a Aminatu como la representante de la lucha saharaui, el reflejo de resistencia del pueblo.

Nafi explica que hay más torturados que permanecen en las cárceles por defender la libertad de su pueblo. Precisamente la activista encarna estas ansias de libertad, dice. "No descansará jamás hasta conseguir el objetivo común: la independencia del Sáhara que traerá la libertad de un pueblo y de todos sus habitantes", añade. Su madre mallorquina es Carme Barceló, la presidenta de la asociación Escola en Pau. Barceló fue una de las simpatizantes que acudió al aeropuerto de Lanzarote para apoyar a Aminatu en su ayuno. "Es una mujer con una enorme fortaleza. La comparan con Gandhi porque es imbatible con sus argumentos", resume.

Su lucha por los derechos humanos arrancó desde muy jovencita. Desde el primer momento destacó como una líder por su fuerza y su convicción. Esta pequeña mujer no ha tenido ningún miedo a la hora de enfrentarse a un Estado, Marruecos, que, según ha denunciado en reiteradas ocasiones, somete a los habitantes del Sáhara Occidental. Su perseverancia y coherencia al defender sus ideas la han llevado a poner en entredicho su salud. Sus allegados la definen como una mujer con una personalidad apabullante, de ideas claras y que no retrocede ante nada. Quedó claro en sus 32 días de huelga de hambre en Lanzarote. No abandonó su lucha ni siquiera ante la posibilidad de no regresar con vida a su casa y poder abrazar a sus dos hijos.

Haidar fue torturada y encarcelada durante años por el Reino de Marruecos. Su lucha por los derechos humanos ha sido reconocida con multitud de premios e incluso estuvo nominada al Nobel de la Paz.

Mañana, la activista saharaui recibirá el Premio Jovellanos Resistencia y Libertad 2010 en un acto solemne que se celebrará en el Conservatorio Superior de Música y Danza. Los presidentes de Balears y Asturias, Francesc Antich y Vicente Álvarez Areces, asistirán a la entrega del premio dotado con 40.000 euros, un diploma y una estatuilla diseñada por el escultor asturiano Fernando Alba.