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Destacadas: Caso Haidar: feroz campaña de Ken Loach contra el 'podrido' rey de Marruecos

Enviado el Viernes, 11 de diciembre de 2009, a las 10:50:32
Tema: Derechos Humanos - Enviado por prada
Derechos Humanos

Fuente: CapitalMadrid

Alfredo R. Mendizabal.- Separados en la distancia pero unidos en objetivos a los tres Premios Nobel y a los artistas en favor de Haidar, el guionista Paul Laverty y el director descargan un inusitado obús contra Mohamed VI este viernes en The Guardian: "No nos inclinaremos ante este rey marroquí: la huelguista de hambre Aminatu Haidar debe obtener justicia, pero mendigar al monarca podrido de Marruecos no lo conseguirá". Al principio parecen no captar las sutilezas del caso, que son la madre del cordero, porque dicen que se le niega la entrada "a su propio país". Pero es sólo un juego semántico: luego entran de lleno en el tema de fondo. Y arrasan con todo. Empezando por afirmar sobre el Sahara Occidental que "el país está ocupado ilegalmente por Marruecos".

En su artículo hablan de la ONU, de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, del derecho de autodeterminación de los saharauis, de que Haidar se negó a escribir que era 'marroquí', de su expulsión expeditiva, de la huelga de hambre, de los esfuerzos desesperados para una salida. De todo. Hasta de que se les ha pedido sumarse a la iniciativa de los intelectuales y artistas que le han escrito al rey Juan Carlos. Y aquí es donde se separan del guión: "En esencia, la carta ruega al Rey de España que ruegue al Rey de Marruecos que nos haga a todos nosotros 'un favor' para salir de este lío".

Los famosos cineastas reconocen la 'buena voluntad' de los promotores de la carta al Rey de España para evitar una tragedia. Respetan la iniciativa, desean que tenga éxito y subrayan el mérito de dar en la diana al centrar en Mohamed VI el 'poder real' de Marruecos. Pero dicen que el empeño de los artistas es "menos que satisfactorio" porque se deja en el tintero aspectos importantes, y por ello hacen un llamamiento para que surja "una alternativa" con firmantes de todo el mundo para exigir a Mohamed el "respeto al derecho internacional y que se una al mundo civilizado". Y específicamente esperan que esa carta la firme Zapatero.

Su campaña va más allá que la iniciativa de los artistas en España. Pero que mucho más allá. El párrafo siguiente, dicho de corrido y con toda crudeza, es todo un punto de partida. "Es hora de poner algo en claro y de dejar los remilgos. Se estima que Mohamed VI tiene 2.000 millones de dólares, según la revista Forbes, y figura en octavo lugar entre los monarcas más ricos del mundo. De acuerdo con Wikipedia, Mohamed y su familia tienen grandes intereses en minería, alimentación, servicios financieros y comerciales. Además, el presupuesto operativo diario del palacio es astronómico. En todo caso, aparte de la gran fortuna personal de Mohamed y de su enorme influencia en las instituciones políticas del país, Marruecos es un Estado firmante de tratados internacionales con compromisos vinculantes. Al ignorar esos niveles internacionales, los derechos humanos y la Corte Internacional de Justicia, Mohamed VI se está comportando como un déspota medieval".

El resto del artículo no es más condescendiente. La política exterior "es bruta y apesta como un cerdo" hasta el punto de que a las primeras de cambio su reacción es "amenazar a España con desatar a través del Estrecho hacia Europa a incontables marroquíes empobrecidos y desesperados. O peor aún, con dejar de cooperar en cuestiones de 'terrorismo'. En otras palabras, con mirar para otro lado ante los fundamentalistas islámicos".

Y más frases por el estilo. "El rey es un hipócrita" que recibió en 2000 un doctorado honoris causa en la Universidad de Georgetown pero que ahora ha dicho que o se es "patriota o traidor", en un dilema imposible para los saharauis. Ken Loach y Paul Laverty, su colaborador en tantas películas, creen que hay que revocar esa distinción. Y añaden en alusión a la exigencia de que Aminatu Haidar pida perdón: "Si Mohamed VI tuviera una pizca de humanidad, le imploraría perdón a ella".

Loach y Laverty comparan a Mohamed VI con los emperadores romanos que con el pulgar hacia arriba o hacia abajo decidían la vida o la muerte de alguien, y confían en que tenga "un ápice de imaginación y sentido de la historia" para no dejar morir a Haidar. En caso negativo, dicen, su crueldad le perseguirá durante toda su vida y será tratado por donde vaya como se merece. Por ejemplo, con un zapatazo como el de Bush en Bagdad. Si ocurre lo peor, Mohamed VI debería ser declarado "Persona Non Grata en el mundo civilizado".

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