Fuente: Canarias 24 horas

Madrid/ La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha pedido hoy a la activista saharaui Aminatu Haidar que abandone la huelga de hambre que mantiene desde hace trece días en el aeropuerto de Lanzarote y facilite una salida para que pueda volver a El Aaiún.

De la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, ha invitado a Haidar, "desde el afecto y la comprensión", a que "reconsidere su posición" para que vuelva a obtener la documentación precisa y regresar a la capital del Sahara Occidental, donde vive con sus dos hijos.

Haidar se puso en huelga de hambre el pasado día 14 después de que fuera expulsada por Marruecos y obligada a volar de vuelta a Lanzarote después de requisarle su pasaporte al negarse a poner en la ficha de control policial que su nacionalidad es marroquí.

De la Vega ha asegurado que el Gobierno es "muy consciente de todo lo que está pasando" y que está haciendo todo lo que está en su mano para "facilitar su documentación y que pueda viajar con total libertad" para reencontrase con su familia en El Aaiún.

"Estamos trabajando todo el Gobierno. Desde el afecto y la comprensión, le pedimos que reconsidere su posición", le ha pedido a Haidar.

De la Vega ha añadido que el Ejecutivo "ha actuado siempre" conforme a la normativa internacional y a las leyes españolas, en referencia a que se le permitió aterrizar en Lanzarote sólo con la tarjeta de residencia temporal que España le concedió hace meses.

No ha querido hacer comentarios sobre la postura del actor Javier Bardem, quien ha advertido de que "si Haidar cierra los ojos, el Gobierno de España, éste, el de atrás y el de más atrás, basta de las gilipolleces de los colores, será junto a Marruecos los verdugos".

Además del plano personal, De la Vega se ha referido a la situación del conflicto del Sahara Occidental.

La vicepresidenta ha dejado claro que el Gobierno sigue trabajando en el marco internacional en favor del derecho a la libre determinación del pueblo saharaui y de que se alcance una solución "justa, duradera y aceptada por todas las partes".