ALI MAHMUD - Embajador Saharaui en Panamá

Fuente: La Estrella

Ahmedu Uld Suelem nunca fue considerado uno de los fundadores del Frente Polisario como indica la MAP, este movimiento saharaui fue fundado por Luali Mustafa y un grupo de sus compañeros de estudios el 10 de mayo 1973, tiempo en que todavía la dominación colonial española era efectiva. En esa época Ahmedu, al igual que otros simpatizantes jóvenes, se encontraba entre las ciudades del Sahara Occidental (Aaiún, Dajla, Smara, etc.). Pese a que fue designado como consejero del Mundo Árabe, en el seno del Ministerio de Relaciones Exteriores, nunca se incorporó a su puesto.

La traición a su patria, familia y pueblo acontece en un momento bien programado y orquestado por los servicios de inteligencia marroquíes. Se ha coordinado todo con el traidor en sus recientes desplazamientos a España y Mauritania, de manera que coincida con las festividades del 10º aniversario de la entronización de Mohamed VI. El makhzen en Marruecos necesitaba un pretexto para renovar su propaganda ante el fracaso rotundo de su propuesta de “autonomía” , que fue ignorada y enterrada para siempre en la última reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Ahmedu ha traicionado la memoria de su propio padre (q.e.p.d.), un notable saharaui conocido por su nacionalismo, su honradez y su fidelidad a su pueblo, fue miembro de la Asamblea Local, creada por la administración colonial, pero, al descubrir que España iba a faltar a su compromiso (organización del referéndum), decidió, con los demás miembros de la mencionada asamblea, proclamar en la conferencia de Guelta, 1975, su adhesión al representante legítimo del Pueblo Saharaui (Frente Polisario) y constituir el Consejo Nacional Provisional que proclamó el 27 de febrero de 1976 la República Árabe Saharaui Democrática.

Ahmedu Uld Suelem no es el primero que abandona su deber nacional y huye con el enemigo, el hecho en sí no merece tanto ruido y tambores, la experiencia de los movimientos de liberación en África y en el mundo nos ha enseñado que los cobardes oportunistas están siempre al acecho para apuñalar por la espalda a sus pueblos, a cambio de la humillación, el ensañamiento y la burla despiadada del verdugo.

Finalmente, es obvio que la liberación de un pueblo es mucho más grande y noble que la traición de un individuo. El Pueblo Saharaui ha demostrado, a lo largo de tres décadas, su determinación férrea para conquistar su derecho inalienable a la soberanía e independencia, condición previa para la estabilidad y la paz en la región de África del Norte.

. la liberación de un pueblo es mucho más grande y noble que la traición de un individuo”.