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CARLOS RUIZ MIGUEL viernes 17/07/2009
El Sahara Occidental nos importa porque, legalmente, España es su potencia administradora. Un muro con millones de minas divide este territorio rico en pesca y fosfatos. Marruecos se niega a firmar la Convención de Ottawa para eliminar estas armas. Marruecos ocupa la parte más rica del territorio. El Frente Polisario fundó la RASD que controla el resto.ABC.es
CARLOS RUIZ MIGUEL viernes 17/07/2009
El Sahara Occidental nos importa porque, legalmente, España es su potencia administradora. Un muro con millones de minas divide este territorio rico en pesca y fosfatos. Marruecos se niega a firmar la Convención de Ottawa para eliminar estas armas. Marruecos ocupa la parte más rica del territorio. El Frente Polisario fundó la RASD que controla el resto."Tópicos Asociados" | Entrar/Crear Cuenta | 1 Comentario | Buscar Discusión |
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Re: Barack Obama y el Sahara Occidental (Puntuación 1) por Eugenioneill el Jueves, 23 de julio de 2009, a las 19:51:24 (Información del Usuario | Enviar un Mensaje) |
El Plan de James Baker (Jaime el Panadero) no era sino una prueba más de que la ONU hace ya tiempo que está empeñada en corroborar la doctrina de los hechos consumados de Marruecos. En una de las muestras más claras del “hacer como que se hace”, dicho plan no significaba sino una descarada entrega del territorio del Sahara Occidental a la monarquía alahuí (intención que ya tenía Baker desde el principio). En efecto, era la > (olvidaba añadir >). Dicho plan, como es sabido, establecía dos referendos: uno para designar una autoridad autonómica, y algunos años más tarde, otro de libre determinación. Para la celebración del primero, se estaría al censo de población autóctona saharaui; pero en el segundo se admitía la ingente masa de población alógena introducida por la potencia ocupante. Mediante esta pantomima lo que se quería era que Marruecos anexara el territorio (eso sí, de manera muy legal y con todas las bendiciones del Derecho Internacional). Aunque Gran Bretaña y España (entonces) cacareaban a favor del referéndum de libre determinación, no tenían pudor en votar a favor de dicho plan, que ratificaba lo que desde el principio había sido la artimaña de Hassan II respecto del territorio del Sahara: llenarlo de marroquíes para que fueran ellos los que decidieran el destino de la (todavía hoy) colonia española. La pataleta de Marruecos y Francia de seguro que fuera más por el miedo a lo que pudiera pasar en el ínterin del primero al segundo referendo (con una autoridad local autónoma dominada por la población autóctona) que por incertidumbre sobre quién iba a ser el dueño final del Sahara. Bastaba oír los comentarios que se hacían por la noche en Radio Nacional de España por aquellos días: se repetía (con una indiferencia supina, por cierto) que España no tenía ningún interés en dicho territorio, y que el Frente POLISARIO carecía de fuerza para emprender una nueva guerra, y que los Estados Unidos de América y sus aliados ya tenían decidido qué había de pasar: dar la razón a Marruecos. Se reconocía sin tapujos (pero con mucha tranquilidad, como si no pasara nada por abandonar a miles de personas a su suerte) que todo era una farsa, que se trataba de hacer el referéndum para aparentar que se cumplía la legalidad internacional. Tantos años de Historia común, de cooperación, de acogida de niños y estudiantes, de ayuda económica y proyectos, ¿para qué? Si al final, con el beneplácito del Gobierno español de entonces (que, para tanto presumir de patriotismo español y de defensa del idioma castellano, les importaba un comino realizar acción tan poco patriótica y tan contraria a la lengua española), se iba a entregar todo (quién sabe si también a darle las gracias por ello) a Mohamed como merecido premio y recompensa por haber (¡¡¡¡él!!!) sabido > y granjearse aliados poderosos vendiendo las riquezas naturales del Sahara (que no le pertenecían). Para aquellos aparentemente tan ilustrados (y serenos) comentaristas (que, sin embargo, respecto de los asentamientos israelíes en Gaza y Cisjordania tenían puntos de vista totalmente contrarios) el Frente POLISARIO había dado el parabién al plan de Jaime el Panadero para desorientar a Marruecos y ponerlo en evidencia a la Comunidad Internacional…Y quizá fuera eso, pero el caso es que dicho plan se reconocía por todos como la entrega definitiva (y bendecida por las altas instancias internacionales) de ese trozo de desierto que tanto queremos al ocupante… un ocupante que tenía tantos derechos históricos sobre el territorio como España sobre Australia, según el tratado de Tordesillas. |