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Por Gloria del Campo.
Los días 7,8 y 9 de Noviembre se ha celebrado en Valencia la 34 Conferencia Europea de Apoyo al Pueblo Saharaui (EUCOCO). Sobre la importancia de la Conferencia y del apoyo a la causa saharaui, respaldada por la legalidad internacional en el seno de la ONU, no voy a comentar. No hace falta. La información publicada estos días en distintos medios de comunicación (como Poemario por un Sáhara Libre o en Saharalibre.es y otras) ya ofrece una idea de lo sucedido. Las conclusiones de la Conferencia se van a colgar en breve (los próximas días) en la página www.eucocovalencia2008.org.
Lo que quiero aquí recoger son mis impresiones personales sobre lo que he sentido y percibido de cómo se encuentra la espinosa cuestión del Sáhara occidental, un problema que, según muchos observadores, el actual gobierno socialista español intenta que desaparezca del foco de la atención pública, y, por tanto, de los medios de comunicación, por aquello de que ¡mientras menos información tengamos, menos interés!. ¡Qué bien si fuéramos desmemoriados, desearían algunos!. Pues va a ser que NO.
Lo primero que quiero señalar es la gran alegría de ver que una conferencia como ésta se pueda celebrar en Valencia. La segunda es que ha tenido que ser una comunidad gobernada por el Partido Popular quien acoja la celebración del encuentro. No vamos a hablar ahora de buenos ni malos, (porque todo está lleno de grises en esta larga historia de la descolonización del Sáhara Occidental), pero sí es cierto que, en estos últimos años, la postura del Partido Popular se ha ido acercando a las sensibilidades saharauis. Por eso, el presidente de la Generalitat, el popular Francisco Camps, recibió en audiencia al presidente de la RASD y secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, y prometió más apoyo institucional para la solución del conflicto, en el marco de la legalidad internacional, y más ayuda humanitaria para el pueblo saharaui.
Lo segundo es que da gusto apreciar el apoyo social que la causa saharaui tiene entre el pueblo español y las comunidades autonómicas. A pesar del bloqueo informativo que existe hace más de 20 años y las constantes presiones marroquíes, el número de asociaciones que trabajan por la causa saharaui, de parlamentos autonómicos españoles, el Parlamento Europeo, ciertos gobiernos de Europa y el reconocimiento de la RASD por parte de gobiernos de Africa y, sobre todo más novedoso, de América Latina va en aumento.
Pero para la resolución del conflicto del Sáhara Occidental, según la ley internacional, tiene que contarse con la voluntad de Marruecos y que sea, con tal fín, presionado por sus principales valedores: Francia, España y EEUU. En lo referente a nuestro país hemos visto a la largo de los años cómo ha cambiado la postura del gobierno, sobre todo, cuando ha sido ostentado por el PSOE. Desde aquella prometedora visita a los campamentos de Tinduf, en 1976, del entonces jefe de la oposición, Felipe González, -- en la que dijo, entre otras cosas "hemos querido estar aquí para demostrar, con nuestra presencia, nuestra repulsa y nuestra reprobación por el Acuerdo de Madrid de 1975. El pueblo saharaui va a vencer en su lucha y va a vencer, no sólo porque tiene la razón, sino porque tiene la voluntad de luchar por su libertad. Para nosotros no se trata ya de derechos de autodeterminación, sino de acompañaros en vuestra lucha hasta la victori final. Como parte del pueblo español, estimo una vergüenza que el gobierno haya hecho una mala descolonización, entregándoos en manos de gobiernos reaccionarios como los de Marruecos y Mauritania. No prometo algo, sino me comprometo con la historia. Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final" -- pasamos a la expulsión de los representantes del Frente Polisario y el cierre de su Oficina de Información en España en 1982, poco después de que los socialistas ganaran las elecciones legislativas en España y formaron su primer gobierno. Desde entonces la escora de los sucesivos gobiernos socialistas a favor de Marruecos se ha ido acrecentando y el apoyo a la causa saharaui disminuyendo. Por ello, la frase que mejor define este hecho la he oído en la Conferencia de Valencia. Un alto representante político europeo comentó que "la política del gobierno de España respecto al Sáhara es perversa en el seno de la Unión Europea". Claro, no lo dijo en el plenario, ni en el curso de los talleres, sino en uno de esos momentos en que se expresó de forma llana y sencilla. Y explicando el momento de la actual negociación del Estatuto de Cooperación avanzado (es decir, privilegiado) entre UE y Marruecos, sin que se haga salvedad en el mismo de que empresas europeas no operen en las aguas saharianas, ni se exploten los recursos naturales del Sáhara, ya que ni la administración, ni la soberanía de este territorio es de Marruecos, según la ley internacional. Y así, hoy en día, el gobierno ZP y su valedor en política exterior, el jefe de diplomacia, Miguel Angel Moratinos, hacen y deshacen todo lo que pueden para convencer al Frente Polisario de que acepte una integración en Marruecos, todo ello trufado de expresiones eufemísticas que confunden a la opinión pública y consideraciones victimistas cómo que la situación de la población saharaui en los campamentos de Tinduf, sobre todo los niños, sería mejor si vivieran en Marruecos... Y no en la zona más terrible del desierto del Sáhara- la Hamada- en unas tiendas de campaña, sin agua, ni luz, mala alimentación, ayudados por los organismos humanitarios internacionales, víctimas de enfermedades por falta de vitaminas, frutas o verduras, sometidos a los rigores del clima con 50 grados de calor en los espantosos meses del verano y llenos de arena sus bronquios y pulmones. Pero es que este conflicto no es un mercadeo que se soluciona con una oferta de vivir materialmente algo mejor, sino que deriva del derecho de un pueblo a decidir ser ellos mismos y libres. ¿Y se pudo ver un ejemplo más de esta política en Valencia? Pues sí, la intervención de la diputada socialista, Fátima Aburto, en representación del grupo interparlamentario para el Sáhara Occidental del Congreso de los Diputados, en el acto de clausura en el Palau de la Música, en la que no citó, ni por asomo, la legalidad internacional, el papel de la ONU o el derecho a celebrar un referendum de autodeterminación. Habló poco -por cierto nerviosa y con ansiedad- y sólo se refirió a que la "actual crisis internacional nos llevará a más política, a más diálogo... Y que el parlamento español está abierto a los saharauis". No he oído en 33 años de profesión de periodista algo tan incomprensible, cuando se conoce un tema. ¿Qué tiene que ver la crisis económica internacional con el Sáhara o con sólo más diálogo que nos llevará a solucionar el problema?. Lo que la señora Aburto no dijo es que la postura de Marruecos, apoyada por el gobierno español, viene insistiendo en los últimos años en ese diálogo entre Rabat y el Polisario, sin que sea necesario que se cumplan las resoluciones de la ONU. Es decir, lleguemos a un acuerdo como sea. Por eso la diputada socialista sólo habló de diálogo. ¿Diálogo es sumisión, es decir Sí a la propuesta de regionalización autonómica que acaba de hacer Mohamed VI - por cierto, más vieja que la "tana"- o a la propuesta marroquí de autonomía en las conversaciones de la ONU en EEUU, ahora paralizadas? Me dicen que hubo un conato de silbar a la congresista cuando iba a intervenir (algo que me imagino evitaron los representantes del Frente Polisario, para no tener más problemas con el PSOE).
Veamos otro ejemplo de la sibilina actuación del gobierno socialista. Días antes de Valencia, los principales representantes del Frente Polisario y Pierre Galand, jefe de la Task Force de Europa en apoyo al Pueblo Saharaui, se entrevisaron en Madrid con el intergrupo parlamentario del Sahara Occidental, del que es coordinadora la diputada Aburto. Esto es positivo, pero la propuesta, que salió de esa reunión, fue reactivar los esfuerzos para que una delegación del Congreso de los Diputados de España vaya a visitar los territorios ocupados del Sáhara, tal y como propuso el mismo Marruecos en 2005. Una idea surgida después de que varias misiones parlamentarias de las autonomías españolas viajaran a El Aaiún para interesarse sobre la grave situación de los Derechos Humanos en los territorios ocupados y que fueron rechazadas sin contemplaciones por las autoridades de Rabat. Y es que la presencia de miembros del Congreso español puede parecer beneficiosa, en principio, para conocer de primera mano las desapariciones, torturas, detenciones, estancias en celdas aisladas de las cárceles de los presos o la falta de libertad de manifestación y reunión y hablar de ello libremente con los ciudadanos y ciudadanas saharauis en El Aiún, Dajla y otros lugares, pero oculta una trampa. Según analistas cercanos a estas cuestiones, la visita de miembros del Parlamento español a los territorios saharauis ocupados, por invitación de Marruecos, actuaría en beneficio de Rabat y podría suponer un certificado de reconocimiento para sus derechos de posesión del Sáhara occidental; un certificado por parte de la antigua potencia colonizadora (es decir, España), que aún es administradora del territorio, según la ONU. He venido de Valencia agotada emocionalmente (tanto sufrimiento del pueblo saharaui, tanta lucha durante 34 años) pero con la firme determinación de "Yes, we can".¡Si, podemos! No sé que hará Obama sobre el tema (se habló de ello en Valencia), pero sí se que Barack ha llegado a la presidencia de EEUU, desde casi la nada, por su determinación y voluntad. ¡Imitémosle!
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Destacadas: YES, WE CAN. SI, PODEMOS
Tema: Opinión - Enviado por webmaster10
Por Gloria del Campo.
Los días 7,8 y 9 de Noviembre se ha celebrado en Valencia la 34 Conferencia Europea de Apoyo al Pueblo Saharaui (EUCOCO). Sobre la importancia de la Conferencia y del apoyo a la causa saharaui, respaldada por la legalidad internacional en el seno de la ONU, no voy a comentar. No hace falta. La información publicada estos días en distintos medios de comunicación (como Poemario por un Sáhara Libre o en Saharalibre.es y otras) ya ofrece una idea de lo sucedido. Las conclusiones de la Conferencia se van a colgar en breve (los próximas días) en la página www.eucocovalencia2008.org.
Lo que quiero aquí recoger son mis impresiones personales sobre lo que he sentido y percibido de cómo se encuentra la espinosa cuestión del Sáhara occidental, un problema que, según muchos observadores, el actual gobierno socialista español intenta que desaparezca del foco de la atención pública, y, por tanto, de los medios de comunicación, por aquello de que ¡mientras menos información tengamos, menos interés!. ¡Qué bien si fuéramos desmemoriados, desearían algunos!. Pues va a ser que NO.
Lo primero que quiero señalar es la gran alegría de ver que una conferencia como ésta se pueda celebrar en Valencia. La segunda es que ha tenido que ser una comunidad gobernada por el Partido Popular quien acoja la celebración del encuentro. No vamos a hablar ahora de buenos ni malos, (porque todo está lleno de grises en esta larga historia de la descolonización del Sáhara Occidental), pero sí es cierto que, en estos últimos años, la postura del Partido Popular se ha ido acercando a las sensibilidades saharauis. Por eso, el presidente de la Generalitat, el popular Francisco Camps, recibió en audiencia al presidente de la RASD y secretario general del Frente Polisario, Mohamed Abdelaziz, y prometió más apoyo institucional para la solución del conflicto, en el marco de la legalidad internacional, y más ayuda humanitaria para el pueblo saharaui.
Lo segundo es que da gusto apreciar el apoyo social que la causa saharaui tiene entre el pueblo español y las comunidades autonómicas. A pesar del bloqueo informativo que existe hace más de 20 años y las constantes presiones marroquíes, el número de asociaciones que trabajan por la causa saharaui, de parlamentos autonómicos españoles, el Parlamento Europeo, ciertos gobiernos de Europa y el reconocimiento de la RASD por parte de gobiernos de Africa y, sobre todo más novedoso, de América Latina va en aumento.
Pero para la resolución del conflicto del Sáhara Occidental, según la ley internacional, tiene que contarse con la voluntad de Marruecos y que sea, con tal fín, presionado por sus principales valedores: Francia, España y EEUU. En lo referente a nuestro país hemos visto a la largo de los años cómo ha cambiado la postura del gobierno, sobre todo, cuando ha sido ostentado por el PSOE. Desde aquella prometedora visita a los campamentos de Tinduf, en 1976, del entonces jefe de la oposición, Felipe González, -- en la que dijo, entre otras cosas "hemos querido estar aquí para demostrar, con nuestra presencia, nuestra repulsa y nuestra reprobación por el Acuerdo de Madrid de 1975. El pueblo saharaui va a vencer en su lucha y va a vencer, no sólo porque tiene la razón, sino porque tiene la voluntad de luchar por su libertad. Para nosotros no se trata ya de derechos de autodeterminación, sino de acompañaros en vuestra lucha hasta la victori final. Como parte del pueblo español, estimo una vergüenza que el gobierno haya hecho una mala descolonización, entregándoos en manos de gobiernos reaccionarios como los de Marruecos y Mauritania. No prometo algo, sino me comprometo con la historia. Nuestro partido estará con vosotros hasta la victoria final" -- pasamos a la expulsión de los representantes del Frente Polisario y el cierre de su Oficina de Información en España en 1982, poco después de que los socialistas ganaran las elecciones legislativas en España y formaron su primer gobierno. Desde entonces la escora de los sucesivos gobiernos socialistas a favor de Marruecos se ha ido acrecentando y el apoyo a la causa saharaui disminuyendo. Por ello, la frase que mejor define este hecho la he oído en la Conferencia de Valencia. Un alto representante político europeo comentó que "la política del gobierno de España respecto al Sáhara es perversa en el seno de la Unión Europea". Claro, no lo dijo en el plenario, ni en el curso de los talleres, sino en uno de esos momentos en que se expresó de forma llana y sencilla. Y explicando el momento de la actual negociación del Estatuto de Cooperación avanzado (es decir, privilegiado) entre UE y Marruecos, sin que se haga salvedad en el mismo de que empresas europeas no operen en las aguas saharianas, ni se exploten los recursos naturales del Sáhara, ya que ni la administración, ni la soberanía de este territorio es de Marruecos, según la ley internacional. Y así, hoy en día, el gobierno ZP y su valedor en política exterior, el jefe de diplomacia, Miguel Angel Moratinos, hacen y deshacen todo lo que pueden para convencer al Frente Polisario de que acepte una integración en Marruecos, todo ello trufado de expresiones eufemísticas que confunden a la opinión pública y consideraciones victimistas cómo que la situación de la población saharaui en los campamentos de Tinduf, sobre todo los niños, sería mejor si vivieran en Marruecos... Y no en la zona más terrible del desierto del Sáhara- la Hamada- en unas tiendas de campaña, sin agua, ni luz, mala alimentación, ayudados por los organismos humanitarios internacionales, víctimas de enfermedades por falta de vitaminas, frutas o verduras, sometidos a los rigores del clima con 50 grados de calor en los espantosos meses del verano y llenos de arena sus bronquios y pulmones. Pero es que este conflicto no es un mercadeo que se soluciona con una oferta de vivir materialmente algo mejor, sino que deriva del derecho de un pueblo a decidir ser ellos mismos y libres. ¿Y se pudo ver un ejemplo más de esta política en Valencia? Pues sí, la intervención de la diputada socialista, Fátima Aburto, en representación del grupo interparlamentario para el Sáhara Occidental del Congreso de los Diputados, en el acto de clausura en el Palau de la Música, en la que no citó, ni por asomo, la legalidad internacional, el papel de la ONU o el derecho a celebrar un referendum de autodeterminación. Habló poco -por cierto nerviosa y con ansiedad- y sólo se refirió a que la "actual crisis internacional nos llevará a más política, a más diálogo... Y que el parlamento español está abierto a los saharauis". No he oído en 33 años de profesión de periodista algo tan incomprensible, cuando se conoce un tema. ¿Qué tiene que ver la crisis económica internacional con el Sáhara o con sólo más diálogo que nos llevará a solucionar el problema?. Lo que la señora Aburto no dijo es que la postura de Marruecos, apoyada por el gobierno español, viene insistiendo en los últimos años en ese diálogo entre Rabat y el Polisario, sin que sea necesario que se cumplan las resoluciones de la ONU. Es decir, lleguemos a un acuerdo como sea. Por eso la diputada socialista sólo habló de diálogo. ¿Diálogo es sumisión, es decir Sí a la propuesta de regionalización autonómica que acaba de hacer Mohamed VI - por cierto, más vieja que la "tana"- o a la propuesta marroquí de autonomía en las conversaciones de la ONU en EEUU, ahora paralizadas? Me dicen que hubo un conato de silbar a la congresista cuando iba a intervenir (algo que me imagino evitaron los representantes del Frente Polisario, para no tener más problemas con el PSOE).
Veamos otro ejemplo de la sibilina actuación del gobierno socialista. Días antes de Valencia, los principales representantes del Frente Polisario y Pierre Galand, jefe de la Task Force de Europa en apoyo al Pueblo Saharaui, se entrevisaron en Madrid con el intergrupo parlamentario del Sahara Occidental, del que es coordinadora la diputada Aburto. Esto es positivo, pero la propuesta, que salió de esa reunión, fue reactivar los esfuerzos para que una delegación del Congreso de los Diputados de España vaya a visitar los territorios ocupados del Sáhara, tal y como propuso el mismo Marruecos en 2005. Una idea surgida después de que varias misiones parlamentarias de las autonomías españolas viajaran a El Aaiún para interesarse sobre la grave situación de los Derechos Humanos en los territorios ocupados y que fueron rechazadas sin contemplaciones por las autoridades de Rabat. Y es que la presencia de miembros del Congreso español puede parecer beneficiosa, en principio, para conocer de primera mano las desapariciones, torturas, detenciones, estancias en celdas aisladas de las cárceles de los presos o la falta de libertad de manifestación y reunión y hablar de ello libremente con los ciudadanos y ciudadanas saharauis en El Aiún, Dajla y otros lugares, pero oculta una trampa. Según analistas cercanos a estas cuestiones, la visita de miembros del Parlamento español a los territorios saharauis ocupados, por invitación de Marruecos, actuaría en beneficio de Rabat y podría suponer un certificado de reconocimiento para sus derechos de posesión del Sáhara occidental; un certificado por parte de la antigua potencia colonizadora (es decir, España), que aún es administradora del territorio, según la ONU. He venido de Valencia agotada emocionalmente (tanto sufrimiento del pueblo saharaui, tanta lucha durante 34 años) pero con la firme determinación de "Yes, we can".¡Si, podemos! No sé que hará Obama sobre el tema (se habló de ello en Valencia), pero sí se que Barack ha llegado a la presidencia de EEUU, desde casi la nada, por su determinación y voluntad. ¡Imitémosle!
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