Por Jose el Bidani
Rabuni, Jueves 9 de octubre de 2008.
Aproximadamente las seis de la tarde. Salgo de mi habitación de Protocolo y descubro un fenómeno inusual incluso en el exilio. Una gran tormenta de arena se acerca desde el noreste imponente. Los cooperantes aquí presentes en esta época, salimos afuera a contemplar el espectáculo.
Después de haber pasado casi un mes con fuertes lluvias, una cortina rojiza transforma el límpido cielo de la Hamada en una imagen sublime y fuera de lo común. Los saharauis que trabajan en el Protocolo también salen a ver la escena. En nueve años que llevo visitando los campamentos, nunca había visto cosa igual.
La enorme mole gaseosa avanza, cada vez a más velocidad, engullendo el mesetario paisaje. En pocos minutos los árboles del 9 de Junio desaparecen. La incredulidad de nuestra mirada observa divertida el movimiento majestuoso. "Es como si Dios se estuviera sacudiendo las chanclas", exclamo. Poco a poco, casi sin darnos cuenta, nos engulle en el patio del Protocolo. De repente la atmósfera se tiñe de naranja, como si estuvieramos en Marte. Las torres gemelas de Rabuni desaparecen en un pestañeo, y el sol se apaga entre las minúsculas particulas de arena que forman el esqueleto de la tormenta.
Seguimos comentando el fenómeno, cuando, de repente, nos llegan noticias frescas. Llega Emboirik, el adjunto y administrador con los invitados extranjeros. Los argelinos han avisado que la tormenta tiene una duración aproximada de 36 horas, tras la cual se esperan fuertes lluvias. Tenemos que prepararnos. Nadie sabe que puede pasar. Debemos tener listo lo básico en caso de que haya que evacuar. Turbante en mano, comenzamos a reforzar nuestras moradas. Sacos de arena en las puertas, clavetear ventanas, llenar nuestros humildes valdes de agua por si nos quedaramos sin ella... Todo lo hacemos con rapidez, y sin pensar con temor de lo que pueda pasar. Actuamos por separado y al mismo tiempo en grupo, organizando los trabajos de protección. Ahora estamos cooperantes de ATTsF, MdM España, Oxfam Bélgica, MdM Grecia, MPDL, Africa 70, Lleida Solidaria, Ulls del Món, Cruz Roja, PTM... Todos juntos haciendo parapetos, mochilas, la cena...
A pesar de la alarma, hasta ahora el viento no es tan fuerte como otros sirocos más mortíferos que nos han levantado otras veces parte del tejado. Imaginamos que en las wilayas la situación no sea mejor. Por lo que hemos sabido han recomendado a la población a permanecer en sus jaimas y estar al tanto del desarrollo del tiempo. Esperamos que todo salga bien. Mientras sigamos teniendo conexión de Internet, os iremos contando.
La verdad es que el pueblo saharaui se merece algo más que la independencia. Esto es increíble.
Gracias a Laura por su foto tomada desde la Base de Weatherhaven
Fuente: Blog de Aziza Brahim
Por Jose el Bidani
Rabuni, Jueves 9 de octubre de 2008.
Aproximadamente las seis de la tarde. Salgo de mi habitación de Protocolo y descubro un fenómeno inusual incluso en el exilio. Una gran tormenta de arena se acerca desde el noreste imponente. Los cooperantes aquí presentes en esta época, salimos afuera a contemplar el espectáculo.
Después de haber pasado casi un mes con fuertes lluvias, una cortina rojiza transforma el límpido cielo de la Hamada en una imagen sublime y fuera de lo común. Los saharauis que trabajan en el Protocolo también salen a ver la escena. En nueve años que llevo visitando los campamentos, nunca había visto cosa igual.
La enorme mole gaseosa avanza, cada vez a más velocidad, engullendo el mesetario paisaje. En pocos minutos los árboles del 9 de Junio desaparecen. La incredulidad de nuestra mirada observa divertida el movimiento majestuoso. "Es como si Dios se estuviera sacudiendo las chanclas", exclamo. Poco a poco, casi sin darnos cuenta, nos engulle en el patio del Protocolo. De repente la atmósfera se tiñe de naranja, como si estuvieramos en Marte. Las torres gemelas de Rabuni desaparecen en un pestañeo, y el sol se apaga entre las minúsculas particulas de arena que forman el esqueleto de la tormenta.
Seguimos comentando el fenómeno, cuando, de repente, nos llegan noticias frescas. Llega Emboirik, el adjunto y administrador con los invitados extranjeros. Los argelinos han avisado que la tormenta tiene una duración aproximada de 36 horas, tras la cual se esperan fuertes lluvias. Tenemos que prepararnos. Nadie sabe que puede pasar. Debemos tener listo lo básico en caso de que haya que evacuar. Turbante en mano, comenzamos a reforzar nuestras moradas. Sacos de arena en las puertas, clavetear ventanas, llenar nuestros humildes valdes de agua por si nos quedaramos sin ella... Todo lo hacemos con rapidez, y sin pensar con temor de lo que pueda pasar. Actuamos por separado y al mismo tiempo en grupo, organizando los trabajos de protección. Ahora estamos cooperantes de ATTsF, MdM España, Oxfam Bélgica, MdM Grecia, MPDL, Africa 70, Lleida Solidaria, Ulls del Món, Cruz Roja, PTM... Todos juntos haciendo parapetos, mochilas, la cena...
A pesar de la alarma, hasta ahora el viento no es tan fuerte como otros sirocos más mortíferos que nos han levantado otras veces parte del tejado. Imaginamos que en las wilayas la situación no sea mejor. Por lo que hemos sabido han recomendado a la población a permanecer en sus jaimas y estar al tanto del desarrollo del tiempo. Esperamos que todo salga bien. Mientras sigamos teniendo conexión de Internet, os iremos contando.
La verdad es que el pueblo saharaui se merece algo más que la independencia. Esto es increíble.
Gracias a Laura por su foto tomada desde la Base de Weatherhaven
Fuente: Blog de Aziza Brahim
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